La boca de los rumiantes está adaptad para el consumo de alimentos fibrosos y suele tener una estructura alargada y ancha. Es la dentición la que mejor refleja la diferencia con los monogástricos, con grandes incisivos cortadores y molares que trituran los alimentos; además poseen unas glándulas salivales muy desarrolladas. Las mayores diferencias con respecto a los monogástricos se encuentran a partir del cardias que, al igual que en éstos, es el esfínter que comunica el esófago con el primer conjunto de reservorios digestivos. La diferencia fundamental entre un preestómago y el estómago verdadero viene dada por la existencia o no de secreciones enzimáticas de las paredes internas del órgano en cuestión.
A continuación se sitúa el retículo, redecilla o bonete, que en realidad no es más que un compartimento de la panza con una estructura diferente en su tejido interior (a modo de red) y diferenciado del rumen por un gran repliegue. El libro, librillo u omaso tiene aproximadamente el mismo volumen que el retículo y contiene unos repliegues en forma de laminillas u hojas de un libro, de ahí su nombre .A continuación tenemos el estómago verdadero, denominado cuajar.  El rumen funciona como un fermentador, donde se producen entradas continuas de material fermentable (los alimentos) y salidas constantes de material fermentado y en donde se producen intercambios de sustancias entre la sangre y el contenido ruminal. En animales lactantes el rumen no está aún desarrollado y es de menor tamaño que el cuajar. Entre el cardias y el orificio retículo-omasal existe un pliegue denominado surco o gotera esofágica, que se cierra de forma refleja al mamar, con lo que el alimento, en este caso la leche, pasa directamente al omaso. En rumiantes recién nacidos no se producen fermentaciones de alimento en el rumen, puesto que aún no existen poblaciones desarrolladas de microorganismos en su interior. Conforme el joven animal va consumiendo alimento sólido, éste se deposita en el rumen, ya que la gotera esofágica no se cierra cuando se ingiere alimento sólido. Todos los estudios realizados parecen indicar que la causa del desarrollo de la panza y el crecimiento de sus epitelios es el consumo de alimentos fibrosos por parte del animal pero, sobre todo, por el intercambio de los productos de fermentación que se produce entre los capilares que riegan el citado epitelio y el interior ruminal.  Al cuajar llega una digesta procedente del omaso cuyas características son muy diferentes al alimento inicialmente ingerido. 

2.-Fisiologia del aparato digestivo:


La duración de la masticación del alimento es función del contenido en fibra del mismo. Así, los forrajes muy fibrosos necesitan más tiempo que los poco fibrosos o que los concentrados, que prácticamente son ingeridos sin masticar. Durante el proceso de masticación se produce una fuerte insalivación de los mismos, llegándose a medir 8-10 litros de saliva por kg de MS (materia seca) ingerida, lo que puede suponer secreciones diarias de 150 litros en una vaca y de 10 litros en una oveja. La saliva de los rumiantes tiene un pH básico (8,2) con altos contenidos en fosfatos y bicarbonatos de sodio y potasio, además de urea, lo que le confiere una gran capacidad tamponadora para el medio ruminal. El animal cuando se encuentra tranquilo, a los l0-15 minutos después de finalizar la ingestión del alimento, comienza el proceso de la rumia, que consiste en una remasticación intensa (denominada mericítica) y posterior deglución del alimento remasticado. La rumia es un proceso en el que el alimento vuelve a la boca mediante un mecanismo en el que se abre el esfínter esofágico-ruminal o cardias y se produce un movimiento antiperistáltico que es voluntario. La remasticación que se realiza tiene como objetivo reducir el tamaño de las partículas alimenticias; a mayor resistencia de éstas a la rotura, mayor será el tiempo de rumiación. El tiempo de permanencia de los alimentos en el rumen o panza dependerá del tipo de alimento; un forraje malo puede estar más de 72 horas y un pienso solamente 2 horas. Cuando las partículas alimenticias son reducidas a tamaños inferiores a la dimensión del orificio retículo-omasal, debido a los procesos de masticación y a la degradación sufrida por la acción de los microorganismos, éstas continúan su paso hasta el omaso o librillo y, posteriormente, al abomaso o cuajar. procesos de degradación cuando nos refiramos a las fermentaciones que se producen en los preestómagos y de digestión, para el resto de los procesos que se realizan en los tramos posteriores. A continuación vamos a estudiar los procesos que sufren los alimentos en los distintos compartimentos digestivos

.2.2. DEGRADACIÓN OMASAL. 

Un tercio de la digesta que atraviesa el orificio retículo-omasal pasa directamente al cuajar mientras que el resto, con mayor tamaño de partícula, es retenido entre las laminillas del libro u omaso. En éste se produce un lavado continuo y una cierta reducción del tamaño de las partículas alimenticias que han quedado retenidas. Continúan las fermentaciones microbianas debido a la acción de la gran cantidad de microorganismos que son arrastrados por al digesta, ya que las condiciones del medio son favorables a las miasmas. Todavía no se producen secreciones enzimáticas digestivas procedentes de los epitelios u órganos digestivos. En el omaso se va a realizar una gran absorción de agua y minerales procedentes de la digesta, así como de ácidos grasos volátiles y NH4+ retenidos entre las partículas de alimentos, o bien derivados de las fermentaciones que aún se están produciendo en su interior. 

2.3. DIGESTIÓN POST-RUMINAL EN ABOMASO E INTESTINO. 

Es muy similar a la digestión que se produce en los monogástricos. La diferencia estriba en el tipo de digesta que llega al cuajar, estómago verdadero o abomaso. A éste llega un alimento muy alterado que poco tiene que ver con el inicialmente ingerido por el animal. Esta digesta está formada por gran cantidad de microorganismos o masa microbiana junto con las proteínas no degradadas en el rumen y pequeñas cantidades de almidones y grasas que tampoco han sido descompuestas en él. Junto a todo lo anterior también aparecen partículas de tejidos lignificados y aquéllas procedentes de alimentos que por su menor tamaño han atravesado el orificio retículo-omasal sin ser degradadas. La digestión gástrica se inicia gracias a la acción del jugo gástrico en primera instancia. Cuando la digesta abandona el abomaso comienza la acción del jugo pancreático y de la bilis que se producen en cantidades muy elevadas debido al continuo paso de la misma. Posteriormente el jugo entérico comienza su acción. La digestión es rápida durante los primeros tramos del intestino delgado y luego se ralentiza






 







2.4. MICROORGANISMO ASOCIADOS. FUNCIONES. CONCEPTO DE EQUILIBRIO MICROBIANO. 

Como anteriormente se ha comentado, el rumen es una gran cámara de fermentación que mantiene las condiciones idóneas para el desarrollo de los microorganismos que alberga: pH entre 6,3 y 7, temperatura entre 39 y 40 ºC, humedad abundante por tratarse de un medio acuoso y medio prácticamente anaerobio, con una baja concentración de oxígeno. A esto hay que añadir un alto grado de homeostasis interna, que regula la concentración de las sustancias disueltas en el líquido ruminal y el intercambio continuo de las mismas a través de las paredes ruminales. Los microorganismos que promueven la actividad ruminal son poblaciones de protozoos, bacterias y hongos. A continuación vamos a describir brevemente algunos aspectos de cada uno de ellos. 

Protozoos:. 

Tienen acción fermentadora sobre monosacáridos, son capaces de digerir partículas de almidón e incluso fagocitar a protozoos más pequeños y bacterias, de donde obtienen la fuente de proteína. Se desarrollan a pH por encima de 5,5 y desaparecen a pH más bajos. Las poblaciones de protozoos compiten con las de bacterias y parece ser que su presencia influye poco en el funcionamiento ruminal. Sin embargo su presencia es indicadora de buena salud ruminal, ya que se desarrollan a pH cercanos a la neutralidad. 

Bacterias

Existen alrededor de 200 especies distintas y son los microorganismos más abundantes y los responsables de la mayor parte de la degradación del alimento. Las encontramos a concentraciones que van desde 1.000 a 10.000 millones por ml de líquido ruminal. Se trata de una población activa y compleja que se encuentra en su mayoría adherida a las partículas de alimento y que junto con éstas llegan al abomaso donde son digeridas. En una vaca se producen por día alrededor de unos 2 kg de MS de bacterias