Bacterias Implicadas Frecuentemente en Enfermedades de Transmisión Alimentaria
Salmonella
Es el germen responsable más frecuente. Se localiza en el intestino humano y animal, siendo eliminado por las heces. Pueden existir portadores sanos, transmisores de la enfermedad, pero que no presentan ningún síntoma. La Salmonella produce una gastroenteritis de gravedad variable sólo mortal en personas débiles.
Alimentos implicados
Huevos y derivados (mayonesas, salsas, etc.), carnes, aves, leche, pescado, productos de pastelería y verduras.
Prevención
- Refrigeración rápida y adecuada de los alimentos.
- Higiene personal con frecuente lavado de manos (sobre todo antes de tocar los alimentos y siempre después de usar el retrete).
- Limpieza de utensilios, maquinaria y superficies.
- Evitar contaminación cruzada por contacto de alimentos crudos con cocinados, y no utilizar huevos sucios con cáscaras rotas.
- Cocción o tratamiento térmico adecuado (al asar grandes piezas de carne conviene que se alcance 70ºC en el interior de las piezas, lo que se comprueba cuando la carne presenta color gris en todo el corte del trozo asado).
Estafilococos (Staphilococcus)
Alimentos implicados
Prevención
- Higiene personal. Proteger heridas y limitar al máximo la manipulación de alimentos con las manos. Usar guantes y mascarilla.
- Refrigeración rápida y adecuada de los alimentos.
- Cocción o tratamiento térmico adecuado.
- Limpieza de utensilios, maquinaria y superficies.
Clostridium Botulinum
Alimentos implicados
Conservas poco ácidas de vegetales, cárnicas y de pescado.
Prevención
- Adecuada producción de conservas, limpiando meticulosamente los alimentos que se utilizan como materia prima. Evitar la elaboración de conservas caseras.
- Conservar las semiconservas en refrigeración.
- Hacer controles bacteriológicos de productos sometidos a tratamientos de conservación, tales como esterilización y salazón, etc.
Anisakis
Prevención
Las larvas del pescado infestado mueren con la cocción a una temperatura de 60ºC por lo menos durante 10 minutos.
Así mismo, las larvas se destruyen mediante la congelación. Para ello es preciso congelar el pescado durante más de 24 horas a una temperatura de -20ºC. El pescado congelado o ultracongelado en alta mar, que ha sido eviscerado rápidamente, tiene pocas posibilidades de estar parasitado.
En este contexto se ha aprobado el Real Decreto 1420/2006, de 1 de diciembre, sobre prevención de la parasitosis por anisakis en productos de la pesca suministrados por establecimientos que sirven comida a los consumidores finales o a colectividades.
Este real Decreto obliga a los establecimientos de restauración (así como a hospitales, colegios, empresas de catering, etc.) a congelar previamente el pescado que vaya a consumirse crudo o poco hecho, a una temperatura igual o inferior a los 20ºC bajo cero durante al menos 24 horas, para destruir el parásito.