La boca de los rumiantes está adaptad para el consumo de alimentos fibrosos y suele tener una estructura alargada y ancha. Es la dentición la que mejor refleja la diferencia con los monogástricos, con grandes incisivos cortadores y molares que trituran los alimentos; además poseen unas glándulas salivales muy desarrolladas. Las mayores diferencias con respecto a los monogástricos se encuentran a partir del cardias que, al igual que en éstos, es el esfínter que comunica el esófago con el (más…)