INTRODUCCIÓN

 

El cáncer es una enfermedad sistémica, crónica y letal. Con los tratamientos que hay actualmente lo que se está empezando a conseguir es mejorar la calidad de vida del paciente y alargarle la vida. A pesar de esto, hay algunos tratamientos que merman a calidad de vida por los efectos secundarios que suponen y algunas personas prefieren hasta seguir el desarrollo normal de la enfermedad para no sufrirlos. Hoy en día el cáncer sigue siendo una enfermedad no controlada por la medicina. A pesar de esto existen 2 o 3 tipos de cáncer que se curan (como el de cervis) porque son causados por un virus ya conocido y para el que hay una vacuna. Como consecuencia de todo lo anterior, diagnosticar cáncer es el acontecimiento más estresante que puede pasar una persona y por eso no se acepta. En España 1 de cada 3 personas y 3 de cada 4 familias están afectadas de cáncer. Esto es muy grave, “nos están venciendo los bichos”. El cáncer a día de hoy es la 2ª causa de muerte en los países occidentales. La enfermedad cancerosa modifica el curso natural de la vida de la persona porque la gente sabe que se va a morir le digan lo que le digan. Esto no es solo en las personas que lo tienen sino también en sus allegados y familiares. Estamos ante personas que sufren mucho y el sufrimiento interno es de los mayores que hay. Son personas en las que el reloj se les ha invertido, van hacia atrás en vez de para adelante, es una cuenta atrás. Desde este punto de vista se explica que quieran aprovechar hasta el último momento. También por esto conviene ser honestos con la información que se de al paciente y a sus familiares y allegados. Es importante tener en cuenta además que la mayor parte de los trastornos psicológicos vienen por la continua preocupación por la recurrencia del cáncer. El cáncer hasta ahora había sido abordado únicamente desde la medicina y esto no está bien puesto que la psicología es necesaria en este ámbito. La psicooncología está en pleno desarrollo y se encarga de esto. La enfermedad cancerosa siempre ha ido acompañada de repercusiones psicológicas, más o menos identificadas, el reconocimiento de esta situación ha llevado al desarrollo de la Psicooncología. Los objetivos de la psicooncología son: intervenir en pacientes cn cáncer e intervenir en familiares y allegados d personas con cáncer. Definición de psicooncología: campo de estudio e intervención en los trastornos psicosociales asociados al diagnóstico y tratamiento del cáncer en el paciente, sus familiares, el servicio sanitario y también sobre los factores que afectan al riesgo de desarrollo de la enfermedad y supervivencia de la misma. La psicooncología a día de hoy trata de acercarse lo más posible al estudio y mejora de la calidad de vida de los pacientes de cáncer pero no es muy popular en España. El psicólogo clínico que está en psicooncología se hace planteamientos como si es realmente necesario un acercamiento distinto al enfermo de cáncer (distinto a como se acerca a otros sin cáncer). Cuestiones a considerar al respecto: ⇒ La naturaleza de la enfermedad ¿es o no sistémica? ¿es o no crónica? ¿es o no letal? ⇒ Es una enfermedad con una etiología y una cura poco conocidas. ⇒ La incertidumbre es “la compañera puta más fiel”. Nos manejamos en la mayor incertidumbre y hay que ser prudentes. La Psicooncología es consustancial a la oncología. El oncólogo médico carece de tiempo y preparación suficientes, para asumir la ingente carga psicológica de la enfermedad cancerosa. El psicólogo clínico formado en oncología, es el que inserto en un equipo multidisciplinario oncológico, debe asumir dentro de este colectivo las tareas del soporte psicológico, desde el diagnóstico, hasta la curación o muerte del paciente. Sin olvidar, su lugar esencial en el diseño de la Educación para la salud pública y en las campañas de prevención y diagnostico precoz. El ser humano con cáncer siente que tiene escasa capacidad de control de su enfermedad. El cáncer tiene connotaciones sociales muy diversas y es que significa muerte, desfiguración y dolor (concepto no sólo físico). Estos 3 estereotipos llevan a un altísimo incremento de los niveles de ansiedad y estrés; y a esto se añade la problemática de los tratamientos empleados actualmente. La quimioterapia consiste en dar unas sustancias que eliminan las células en teoría cancerosas pero también se lleva células que no lo son. Son tratamientos muy agresivos y con enormes efectos secundarios. Pueden hacer creer al paciente que el cáncer se cura o que hay un tratamiento que le va a curar. El paciente no entiende nada porque está mal informado por lo tanto, no es extraño que en la cormobilidad al cáncer se añadan problemas psicopatológicos desencadenando, en parte por la propia enfermedad que es molecular y sistémica. Encima emerge la psicopatología que estaba oculta y no es extraño que pacientes con cáncer tengan mucha comorbilidad. Los que más emergen son las anorexias, la depresión endógena mayor y todo tipo de trastornos de ansiedad. Si el paciente era proclive a padecer una enfermedad psíquica la acabará padeciendo en esta situación. La tarea del psicólogo clínico  debería ser la de reducir al máximo los problemas que se plantean al enfermo de cáncer globalmente. Debe procurar mejorar su calidad de vida. Cuando hablemos de cáncer no nos estamos refiriendo a una sola enfermedad sino a muchas. Cada enfermedad cancerosa tiene una etiología, un tratamiento y un pronóstico distintos. Cada cáncer tiene debajo una etiología genética distinta por lo que la evolución siempre es imprevisible porque somos únicos. No hay posibilidad de que la evolución sea la misma. Por lo tanto, hay un prototipo, cada paciente de cáncer es un prototípico, es único. Un programa general de intervención psicológica en el cáncer no es válido porque hay que adecuar ese programa a las características individuales de cada paciente y al estudio de cada enfermedad en cada paciente. El sistema inmunológico de cada persona pelea con ese cáncer de forma distinta por lo que un programa general no es posible. ANDERSEN dividió a los pacientes en 3 grupos según el riesgo de morbilidad en cada caso: ⇒ Primer grupo: estadios 1 y 2 de la enfermedad à después del diagnóstico inicial “tiene usted cáncer” se plantea una modalidad de tratamiento, la cirugía o la radioterapia. El pronóstico es mejor que en el segundo grupo y en el tercero. ⇒ Segundo grupo à incluye varios tipos de tratamientos combinados. El pronóstico es peor que el del primer grupo pero mejor que el del tercero. ⇒ Tercer grupo à aquellos pacientes que tienen un cáncer de rapidísimo desarrollo y el tratamiento es totalmente invasivo y se plantea muy rápidamente el tratamiento paliativo. Es el grupo de mayor riesgo de morbilidad.  

PROBLEMAS ESPECÍFICOS ASOCIADOS AL CÁNCER

  ⇒ El doloractualmente no hay ningún pretexto para que un paciente tenga dolor físico. El paciente que lo tenga es por fallo del sistema. Hay unidades del dolor que se encargan de esto. La intervención psicológica tiene que ser informativa, es la charleta, disponibilidad absoluta. ⇒ Los efectos colaterales de la quimioterapia: son sustancias que arrasan con las células cancerosas y con las demás. La quimioterapia te arrasa, te quita el pelo, no comes, vomitas,… Hay que informar antes. ⇒ La inmunodepresión: la célula cancerosa es un célula aprendiza. Si aumentas la capacidad general del sistema inmunitario, es más fácil que pelee mejor contra las células cancerosas. Hay que animar al paciente a seguir viviendo y luchando, es muy bueno y necesario. Hay que procurar también impedir en la medida de lo posible y todo lo que se pueda la inmunodepresión. ⇒ Trastornos psicológicos: son pacientes con alta probabilidad de desarrollar trastornos psicopatológicos no solo porque saben que tienen una enfermedad sino porque metabólicamente se modifican. Dentro de estas patologías las más probables son: anorexia, disfunción sexual, depresión y todo tipo de ansiedad graves. La aparición de estas patologías es consecuencia directa del tumor y de la localización del tumor. A veces lo que desarrolla la patología psiquiátrica es la falta de comunicación con la familia cuando se tiene cáncer. También procura la aparición todas las causas que impiden que el paciente sea capaz de afrontar la enfermedad.

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN EL CÁNCER

  ⇒ INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL El paciente con cáncer es el que mayor demanda social tiene. Este apoyo social hay que detectarlo; la pareja, los hijos y otros familiares son esenciales. Cuando el paciente no encuentra ese apoyo, el psicólogo debe intervenir. El apoyo psicosocial debe ser un esfuerzo sistemático y orientado a influir en las estrategias de afrontamiento. Existen procedimientos psicoterapéuticos, educacionales,… Hay que trabajar la autoestima, la moral, ayudar a que tengan una mayor sensación de control de sí mismos, en la capacidad de resolución de problemas y a que disminuya el desajuste emocional. Ante todo debe ser una intervención individualizada.
  • Información al paciente de cáncer:
Es uno de los debates más importantes de hoy en psicooncología y empieza por el importantísimo tema de la ética del diagnóstico, cómo se informa del diagnóstico. Desde la ley del derecho a la información hay que planteárselo mejor. En otros países es obligatorio informar a los pacientes de que tienen cáncer, en España no. Esto crea un conflicto muy grande. Hay estudios que encontraron respecto a la información diagnóstica que el 20% de los pacientes conocían el diagnóstico, el 50% sabía que “tenía algo malo” y el 30% ignoraba por completo lo que tenía. Respecto a la información de los efectos secundarios del tratamiento, el 20% no tenía ningún tipo de de información acerca de los efectos secundarios y el 70% tenía información imprecisa. En términos globales en nuestro país hay una mayor proporción de enfermos que dicen no conocer ni el diagnóstico ni los efectos secundarios, de los que sí dicen conocerlos. Desde que se han regulado desde el punto de vista legal, ha mejorado pero poco porque la adaptación social es lenta e impera el oscurantismo, el enfermismo, la hipocresía, el doble lenguaje y un cambio social de esta magnitud requiere mucho tiempo y esfuerzo. A pesar de esto, cada vez más médicos eligen informar porque se les obliga por ley porque sino les sacan dinero. Los médicos están cambiando un poquito. A medida que los pacientes cancerosos van teniendo más información van deseando tener menos información. A mayor información más trastornos psicológicos y más atribuciones de culpabilidad. Si hay información suficiente para casa uno y para cada familiar, las relaciones familiares, la relación de pareja, las relaciones sexuales,… mejoran. La información puede actuar como un factor de estrés agudo o como un factor de mejoría de los niveles de adaptación, de la calidad de vida; sobre todo si la información se acompaña de una propuesta de ayuda psicológica. Todo lo anterior siempre sin olvidar la verdad tolerable para el paciente. Esto es un arte. Si dices la verdad mal, le matas psíquicamente. La información es un arma de doble filo, si la sabes utilizar ayuda, si no sabes utilizarla le matas.   Algunos principios que se deben seguir en el proceso de comunicación con el paciente de cáncer son: –   Rescribir lo más claramente posible el tipo de cáncer y el curso de la enfermedad. Esta información la tiene que dar el oncólogo. La información se puede dar por medio de la conversación, con folletos, películas, utilizando terceras personas,… –   Cantidad de información: hay que adecuarse a lo que te demanda el paciente. No es muy conveniente que la información sea demasiado exhaustiva. –   Describir todas las formas de tratamiento posibles a seguir sin olvidar los llamados efectos secundarios. –   Aspectos relacionados con el sistema: clarificar mucho cuestiones como los medios de los que se disponen, los derechos del paciente, los trámites administrativos que puede seguir para sillas, residencias,… Cuanto mejor se haga esto, el malestar psicológico disminuye más. Se sienten menos deprimidos, menos hostiles, su vida cotidiana se ve menos afectada,…  
  • Educación del paciente canceroso:
Afamados especialistas recomiendan lo que ellos llaman una fase preparatoria pretratamiento. El objetivo principal de esta fase es convencer a los pacientes de la importancia de adoptar una postura activa de cara a su enfermedad. Hay que promover que el paciente sea su coterapeuta y nuestro coterapeuta. La enfermedad es un proceso largo y el paciente tiene mucho que hacer y si no lo hace él no lo hace nadie. Decirle cómo debe hacerlo es educar al paciente. Toda la intervención posterior que hagamos se sustenta en esto, en estos primeros momentos, educar al paciente. Se trata de que los pacientes tengan un papel activo en el control de su enfermedad, procurar agotar las posibilidades de controlar la enfermedad también desde el paciente (x ej que deje de fumar). Esto pasa por lo que damos en llamar desmitificación del cáncer. Hay que proporcionar información estructurada de las características de la enfermedad.  
  • Asesoramiento psicológico:
Consiste en incluir una línea general básica, es decir, primaria, de actuación psicológica constante a lo largo de todo el proceso terapéutico. Esto conlleva una permanente relación psicólogo-paciente para lo cual hay que seguir unos pasos: 1.     Enseñar a los pacientes a expresar abiertamente sus sentimientos. 2.     Instar a los pacientes a influir sobre su medio ambiente, 1º preguntando al personal médico lo que el paciente quiera saber y después hablando con los familiares. Es decir, se debe facilitar la comunicación, procurar eliminar situaciones clínicas de silencio excepto si el paciente dice “callaros”. 3.     Ofrecer ayuda constante, estar disponible. El enfermo tiene que saber que el personal psicológico está disponible siempre. Esto solo lo podemos hacer los psicólogos. Se trata de crear un equipo de profesionales que tengan una visión nueva del conjunto. 4.     Ayudar al sujeto a que planifique sus actividades. Los pacientes con cáncer hacen “cosas raras” porque han planificado su vida y saben que no tienen tiempo. Un enfermo con cáncer se siente desbordado porque se va a morir y por eso hay que ayudarle a replanificar su vida, a que controle un poco su vida.  
  • Intervención comunitaria:
El objeto de actuación no es el paciente sino el ambiente comunitario. Cosas a hacer: –   proporcionar fácil acceso a todos aquellos establecimientos y organizaciones que pudieran ser de interés para los pacientes. X ej: las ortopedias como las sillas de ruedas, las “tetas de plástico”; el apoyo dinerario a las asociaciones,… –   Intervenir sobre el personal sanitario implicado directamente en el tratamiento y cuidado del enfermo.   Está demostrado que el soporte social no existe en la mayoría de los casos y cuando existe no es el adecuado. Los familiares de un dependiente están desamparados. Hay que procurar evitar la victimización porque demasiada víctima es el paciente de cáncer para que encima vaya de víctima. Hay que preguntarse muchas veces qué tipo de apoyo social existe, cuál es el adecuado y se debe ayudar para que lo consiga, incluido el apoyo emocional. Hay que preguntarse si el apoyo emocional que se le pide al profesional sanitario se está dando. Hay que crear grupos de entrenamiento entre los profesionales como x ej los grupos Valint, donde los sanitarios hablan y escuchan sus desdichas.   ⇒ ESTRATEGIAS CONDUCTUALES
  • El biofeedback:
Es una técnica nacida en el ámbito de la psicología del aprendizaje pero muy aceptada entre los psicólogos de la salud. Es una terapia de conducta. Los objetivos de esta técnica son: –   El principal es proporcionar información al paciente en cada momento sobre los cambios que se producen en determinadas respuestas fisiológicas sobre las cuales no tiene control voluntario con el fin de que el paciente aprenda a controlarla. –   Esta técnica está siendo muy utilizada x ej con el dolor crónico, en el dolor agudo y también en controlar los efectos colaterales de la quimioterapia. Se utiliza colaborando con la actuación psicológica de otras técnicas. X ej la relajación progresiva o la técnica de la imaginación guiada. El biofeedback de utiliza sobre todo para los efectos secundarios que provoca la quimioterapia, y sobre todo antivómitos. Para controlar las náuseas los métodos más utilizados son el efecto electromiográfico y el de la temperatura periférica. Se trata de enseñar a los paciente a conseguir una relajación muscular profunda y dicha relajación libera después la relajación de otros músculos más periféricos. Tú pones al paciente en un estado de relajación tal que él mismo pueda controlar qué zona concreta se va a relajar más desde la base de una relajación profunda, y a medida que lo va consiguiendo va reforzándolo y aprendiéndolo. Esto le permite tomar menos dosis de quimioterapia y además les permite un mayor control del aporte sanguíneo periférico, disminuye pues la temperatura periférica. El paciente lo va viendo, lo va sintiendo y lo va controlando. La idea es que el paciente sea capaz de controlar. El enfermo tiene cierto poder terapéutico sobre sus vómitos, sobre sus náuseas, sobre su temperatura. El biofeedback es menos útil sólo que unido a otras técnicas.  
  • Técnicas de relajación:
–   Relajación muscular progresiva: (Jacobson y Wolpe) es la más frecuente. Se le induce al sujeto a una sensación de relajación y después se siguen una serie de fases. Esta relajación es distinta a la profunda y va unida a la terapia de grupo. No todas las personas son capaces de producir una relajación muscular progresiva completa pero sí todas las personas son capaces de hacerlas alguna vez. –   Entrenamiento autógeno: la persona imagina que está en un lugar agradable para él, en ese lugar y con relajación, le sugieres que vivencie sus sensaciones corporales gratas. Si consigues monitorizarle, el paciente aprende a relacionar situaciones imaginadas gratas, relajación muscular, con sensaciones localizadas controladas y cuando le venga el estrés por la enfermedad el paciente aprende a controlarlo mediante el entrenamiento autógeno. –   Imaginación guiada o visualización: en psicooncología incluyen 2 procedimientos: a)     Pedir al sujeto que visualice una imagen mental placentera y se le dice que eso está actuando sobre su sistema inmunitario y sobre sus células sanguíneas que pelean contra las cancerosas. Si el sujeto no es capaz de imaginar hay que ayudarle. Hay pacientes que te dicen que imaginan el cáncer como una rata negra e imaginan el tratamiento como una especie de píldoras amarillas que la rata se come. Este tipo de imágenes hay que ayudarles a que las sustituya por otras. En cada sesión las características de la imagen cambian. En general conviene que el terapeuta tenga preparada una batería de imágenes. b)     Actuar directamente sobre el sistema inmunitario. Vamos a visualizar imágenes del sistema de una manera vencedora, grata, crear figuras.
  • Técnica de meditación: consiste en procurar en el paciente una respuesta de calma y un cierto estado mental receptivo a través del descanso en un ambiente tranquilo y luego, conseguido esto, focalizar su atención en una palabra. Las instrucciones que recibe el paciente son: respire profundamente, controle sus músculos, consiga una actitud pasiva, quieta, de calma; céntrese en mi palabra.
Estas técnicas se utilizan mucho en psicooncología, no son tan eficaces en el control del dolor pero si lo son cuando hay analgésicos de por medio. En general, cuando se utilizan estas técnicas el pronóstico del paciente mejora, tardan más en fallecer. Además estas técnicas reducen los efectos aversivos de la quimioterapia y mejoran la capacidad de los enfermos a hacer frente al tratamiento médico.  
  • Hipnosis:
La hipnosis es un estado mental caracterizado entre otras cosas por la disminución en la capacidad atencional, concentración del sujeto y por un aumento del estado de relajación e incremento de la relajación mental y del nivel de susceptibilidad. Problemas en los que se ha utilizado: –   La reducción de náuseas y vómitos, sobre todo anticipatorios. –   El dolor. La eficacia de esta técnica depende de: –   La capacidad de imaginación y sugestión del sujeto. –   La habilidad del terapeuta. Común a todas las técnicas es que los pacientes en general tienen miedo a quedar en manos del otro. El paciente miedoso a la hipnosis lo es menos si le das una información adecuada acerca del método. Hay autores que han determinado unas pautas a seguir previas a la hipnosis: –   El experimentador-terapeuta tiene que explicar detalladamente el proceso de inducción hipnótica. –   Informar al paciente de que estamos intentando que aprenda una técnica de autocontrol. –   Decirle al sujeto que no perderá la conciencia del todo ni el control del todo y que no se comportará como “un tonto”. –   Instar a los pacientes a que pregunten todo lo que les parezca oportuno.
  • Estrategias cognitivas:
Se han introducido porque las personas con cáncer tienen mucho estrés psicológico y esto se debe principalmente a la forma en que el paciente percibe y afronta la enfermedad. Algunas de las estrategias son: –   Entrenamiento en respuestas de afrontamientolos estados más importantes son la depresión y la ansiedad. Esto es porque las personas tienen desvalimiento. Hay un temor a la muerte, es el pensamiento lo que nos condena. Esto se pude afrontar de muchas maneras: o te escapas, o luchas, o lo ocultas o lo niegas. –   Control de pensamientos negativosel canceroso ve lo negativo de la vida y por eso es desesperante. Los pensamientos negativos tienen un carácter automático, se disparan hacia lo negativo, es intrusito y aunque a primera vista puedan parecer verdaderos no están basados en razonamientos lógicos puesto que son síntomas de la enfermedad. Esto comienza desde el diagnóstico. –   Expresión de los sentimientos: prácticamente todos los estudios realizados en mujeres con cáncer de mama revelan que gran parte de las pacientes tienden a suprimir sus sentimientos porque no les gustan. Esto las lleva a situaciones de indefensión ante sus sentimientos, la mujer se da cuenta de que lo que siente es antinatura, les lleva a no gustarse a ellas mismas. El objetivo del terapeuta es por un lado explicar que la ira no es tan mala sino que muchas veces hasta es beneficiosa. El acompañante de un enfermo con cáncer tiene que aprender a ser el “saco de arena” sobre el que vuelcan la ira. Por otro lado, se debe ayudar a los pacientes a reconocer la ira para manifestarla canalizándola hacia algo beneficioso. También entra que dejes de una vez que diga lo que piense de cada uno. –   Entrenamiento en solución de problemas: Nezu hizo la siguiente afirmación: “la solución de problemas es el proceso metacognitivo por el que los individuos comprenden la naturaleza de los problemas de la vida y dirigen sus intentos hacia la modificación de, bien el carácter problemático de la situación misma, bien sus reacciones hacia ella”. El problema más importante en el cáncer es el tener que enfrentarse a una situación crónica. Esto es radicalmente distinto al problema de enfrentarse a una situación única como que te roben el bolso. Una de las maneras de enfrentarse a esto es aceptar que, de una manera crónica, él mismo crea problemas crónicos con su pensamiento. Desde esta asunción (aceptación) se puede empezar a trabajar.   ⇒ TERAPIA DE GRUPO Es una de las técnicas más utilizadas en el ámbito de la psicooncología porque es muy eficaz. Se utiliza para reducir el malestar psicológico, si consigues evitar el victimismo. Una terapia de grupo consiste en:
  • Algo que proporciona interacción cara a cara entre sus miembros.
  • Algo que enfatiza la importancia de la participación personal entre ellos.
  • La asistencia es totalmente voluntaria.
  • Permite la resolución de problemas en grupo.
  • Ofrece apoyo emocional.
 

FACTORES PSICOLÓGICOS DE RIESGO DE CÁNCER

  Los factores psicológicos también pueden poner a una persona en una situación de riesgo frente al cáncer. En general los factores psicológicos no son tan determinantes, pero pueden interactuar con factores inherentes y conductuales para aumentar las probabilidades que tiene una persona de contraer cáncer.   ⇒ INHIBICIÓN DE LAS EMOCIONES Algunos investigadores han desarrollado la idea de la existencia de una personalidad propensa al cáncer, o un patrón de conducta tipo C. Sin embargo, un análisis más cuidadoso ha establecido una falta de evidencia sustancial para determinar la existencia de una personalidad global de estas características. No obstante, rasgos personales específicos como negar las experiencias desagradables y la incapacidad de expresar las emociones son factores de riesgo en el desarrollo del cáncer.  

⇒ LA DEPRESIÓN

Muchos estudios han examinado la relación entre la depresión clínica y el desarrollo posterior del cáncer, pero estos estudios no han establecido una asociación clara entre ambos aspectos.  

FACTORES PSICOSOCIALES Y DE SUPERVIVENCIA EN LOS PACIENTES DE CÁNCER

Una vez que se ha diagnosticado cáncer a un paciente, su tiempo de supervivencia puede estar determinado pos su actitud, es decir, si tiene un espíritu combativo, dispone de un apoyo emocional y social sólido, participa en grupos de apoyo o asiste a sesiones de psicoterapia en grupo. La escasa o nula aceptación del diagnóstico constituye un rasgo positivo entre los pacientes con cáncer y tiende a prologar sus vidas. Por diversas razones, los pacientes casados con cáncer presentan mayores probabilidades de vivir más tiempo que aquellos que no lo están. Las terapias de apoyo que permiten expresar las emociones negativas incrementan el tiempo de supervivencia y expresan el poder de los factores psicosociales en dicha supervivencia. Las intervenciones psicoterapéuticas que proporcionan las mayores probabilidades de extender la vida de los pacientes con cáncer son aquellas que incluyen un entorno de apoyo, terapias de grupo, una mayor educación y el entrenamiento en técnicas de afrontamiento.  

OTROS FACTORES DE RIESGO DE CÁNCER

  ⇒ FACTORES CONDUCTUALES
  • Tabaquismo.
  • Dieta – ciertos alimentos.
  • Alcohol.
  • Actividad física.
  • Luz ultravioleta.
  • Conducta sexual.
⇒  FACTORES QUE ESCAPAN AL CONTROL HUMANO
  • Factores de riesgo medioambiental.
  • Factores de riesgo heredados.
  • Antecedentes familiares.
  • Antecedentes étnicos.
  • Edad.