El Amanecer de un Nuevo Orden: Europa y el Mundo Después de 1945

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial (SGM), el mundo tal como se conocía hasta entonces llegó a su fin, dejando una Europa devastada física y socialmente. Europa dejó de ser el epicentro mundial. Si bien tras la Primera Guerra Mundial (IGM) mantuvo su hegemonía, después de la Segunda, el liderazgo occidental se trasladó a Estados Unidos (EE. UU.), mientras que en Oriente emergió otro polo de poder: la Unión Soviética (URSS).

Balance de la Segunda Guerra Mundial

El nuevo orden mundial de 1945, con organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tuvo su proceso de gestación durante la guerra. El 8 de mayo de 1945 tuvo lugar el «Día de la Victoria» con la capitulación alemana, marcando el fin de la guerra en Europa. Sin embargo, el conflicto global no terminaría hasta el 15 de agosto de 1945, tras la rendición de Japón, precipitada por el lanzamiento de las bombas atómicas sobre el archipiélago japonés. Este evento marcó el verdadero fin del conflicto mundial.

Las cifras de la guerra son abrumadoras: se estima que hubo más de 5 millones de heridos y entre 50 y 55 millones de muertos. La población civil rusa fue masacrada; dos tercios de los aproximadamente 20 millones de rusos fallecidos, es decir, unos 13 millones, eran civiles. En China, las muertes oscilaron entre 2.5 y 13.5 millones. Polonia perdió 5.5 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente 3 millones eran judíos.

Estas cifras desbordan la comprensión. El Holocausto se cobró la vida de aproximadamente 5.600.000 judíos. Líderes como Stalin y Hitler desarraigaron y movilizaron a 30 millones de personas, sacándolas de sus lugares de origen y trasladándolas a otros sitios. Una vez terminada la guerra, los alemanes fueron expulsados de toda Europa; no solo nazis, sino familias alemanas completas que habían residido en Europa durante 200 años fueron obligadas a marcharse con lo puesto. Esto generó una serie de movilizaciones masivas de alemanes hacia sus lugares de origen.

Japón, que invadió y conquistó amplias zonas del continente asiático, también realizó un desplazamiento masivo de su población. El 75% de los edificios berlineses eran inhabitables. Mucha gente moriría de frío, pero otras ciudades alemanas como Wesel (en el noreste de Alemania), Núremberg, Stuttgart, Tokio, Nagasaki, Hiroshima, etc., también sufrieron una devastación inmensa, y pueblos enteros en otros países dejaron de existir, siendo arrasados.

Asistencia Humanitaria y Reconstrucción

Desde el primer momento, se comenzó a ayudar a los pueblos europeos que empezaban a ser liberados. La Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación (UNRRA) fue una organización creada por los Aliados y países no beligerantes, que acompañaba a los ejércitos para asistir a la población. En 1943, con el inicio de la ofensiva aliada, la UNRRA comenzó a asistir las necesidades básicas de la población (medicina, alimento, ropa, etc.). Posteriormente, se creó la Organización Internacional de Refugiados (IRO), encargada de gestionar la situación de los desplazados en Europa y otras partes del mundo. Toda esa población trasladada y expulsada fue atendida, a pesar de que las estructuras de transporte habían desaparecido durante la guerra.

Bases del Nuevo Orden: La Carta del Atlántico y las Conferencias Aliadas

La Carta del Atlántico (1941), firmada entre Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt, fue un acuerdo secreto entre el Reino Unido y EE. UU. que estableció las bases para el desarrollo de la guerra y la paz. Lo que se conoce como Carta del Atlántico es una ampliación de los «Catorce Puntos de Wilson». Estos puntos, actualizados, fueron los que se aprobaron entonces.

Los 8 puntos más importantes establecidos fueron:

  1. Ninguna de las naciones buscará la anexión territorial.
  2. No habrá cambios territoriales, salvo los que se hagan con el consentimiento de los países implicados.
  3. Derecho de los pueblos a elegir su propio gobierno.
  4. Igualdad de derecho de todos los pueblos para acceder al comercio y materias primas.
  5. Colaboración internacional para mejorar las condiciones laborales, económicas y sociales de los pueblos.
  6. Paz que garantizase la seguridad de los países dentro de sus fronteras.
  7. Libertad de navegación de los mares.
  8. Renuncia al uso de la fuerza y desarme de las potencias.

Conferencias Clave de la Guerra

Tras el ataque a Pearl Harbor, se sucedieron importantes conferencias:

  • La Conferencia de Casablanca (14-24 de enero de 1943)

    En Casablanca, los Aliados se comprometieron a abrir un segundo frente y exigieron la rendición incondicional de las potencias del Eje. Esta rendición incondicional se flexibilizó en el caso italiano, pero se mantuvo para Japón y Alemania. Mientras los soviéticos avanzaban con una durísima contraofensiva (Stalingrado y Kursk), se produjo el desembarco aliado en Sicilia.

  • La Conferencia de Washington (marzo de 1943)

    En esta segunda conferencia, se trató el futuro de Alemania. El odio hacia Alemania era muy fuerte, por lo que se acordó que Alemania debía desaparecer, que quedara desintegrada. A la altura de 1943, se acordó la desintegración de Alemania. China estuvo presente, abogando por un sistema intercontinental supranacional.

  • La Conferencia de Moscú (19 de octubre de 1943)

    En la Conferencia de Moscú, se puso mayor énfasis en la permanencia de la paz, hablando de algo en la línea de la Sociedad de Naciones (SSNN), pero sin sus errores. También fue importante la creación de la European Advisory Commission, cuyo objetivo primordial sería reunir a los Aliados para discutir cómo reconstruir Europa. En esta comisión estarían presentes el Reino Unido, EE. UU. y la URSS, a los que más tarde se unirían los franceses.

  • La Conferencia de Teherán (1 de diciembre de 1943)

    En la Conferencia de Teherán, Stalin hizo acto de presencia junto a Roosevelt y Churchill. Aquí se violaría parte de los acuerdos de la Carta Atlántica, volviendo a hablarse de la desmembración de Alemania, encargando a la Comisión de División Europea la gestión del tema. También se acordó el desplazamiento de Polonia al oeste. Ni Alemania fue consultada ni Polonia se enteró de nada. Aquí se estableció la creación de la ONU, iniciando una serie de reuniones y conversaciones entre distintos países del «mundo libre» para ver cómo se construiría esa organización. En esta conferencia, la URSS se comprometió a declarar la guerra a Japón, aunque en 1943 no era un compromiso en firme.

El Comienzo del Fin y el Reparto de Influencias

El desembarco de Normandía (6 de junio de 1944) marcó el comienzo del final de la guerra, cuyo triunfo empezó a cambiar el signo del conflicto. Entre el 9 de octubre y el 10 de octubre de 1944, tuvo lugar una reunión en Moscú entre Churchill y Stalin, conocida como el «Acuerdo de Porcentajes», donde la URSS obtendría mayor influencia en países de Europa del Este (Rumanía, Hungría y Bulgaria), y el Reino Unido en Grecia. En Yugoslavia, la resistencia gestionaba su propia lucha, con Tito al frente, enfrentándose al Eje. Con mayor o menor realidad, esta ruptura entre los Aliados ya prefiguraba las futuras zonas de influencia soviética y capitalista.

Las Grandes Conferencias de la Posguerra

  • Conferencia de Yalta (febrero de 1945)

    La Conferencia de Yalta, con Churchill, Roosevelt y Stalin, tuvo dos características particulares: primero, se realizó en territorio soviético; segundo, Roosevelt estaba gravemente enfermo y moribundo. Esta fue una de las grandes conferencias de la guerra. Al final, como se sabe, Francia logró incluirse en el reparto de Alemania. Por un lado, gracias a la habilidad de los políticos franceses para hacerse presentes en el reparto; por otro, por razones históricas, ya que Francia había sido invadida durante los siglos XIX y XX por el imperio alemán, sintiéndose profundamente perjudicada por sus ataques.

  • La Conferencia de Potsdam (julio y agosto de 1945)

    La Conferencia de Potsdam se celebró cuando la guerra aún no había terminado globalmente, pues Alemania se había rendido, pero Japón no. En esta conferencia, Harry S. Truman asumió el papel de Roosevelt, y Clement Attlee sustituyó a Churchill. Esto último ocurrió porque Churchill perdió las elecciones frente al laborista Attlee. En las elecciones británicas, Winston Churchill se limitó a presentarse como vencedor de la guerra, pero Attlee creó un enorme proyecto de reconstrucción para el Reino Unido tras la guerra. El problema de Churchill fue que pensaba en una Inglaterra de antes de la guerra, una sociedad de ideales victorianos, que durante la guerra había transformado sus valores y necesidades.

La Reconfiguración Económica Mundial: Bretton Woods

La conferencia financiera más importante, que sentaría las bases de la nueva estructura económica mundial, fue la Conferencia de Bretton Woods, celebrada entre el 1 y el 22 de junio de 1944, con la participación de las naciones aliadas. Hubo una gran disputa entre dos economistas clave sobre cuál sería el sistema económico predominante: John Maynard Keynes y Harry Dexter White.

Keynes, como británico, defendía los intereses del Reino Unido. Había definido la SGM para Inglaterra como el «Dunkerque financiero». Inglaterra había sido hasta entonces una gran potencia económica mundial, pero esto desapareció con la SGM. Keynes tenía la clarísima orden de intentar no sucumbir a la presión norteamericana para que el Reino Unido saliera lo mejor parado posible de esta nueva estructura. Aunque no se le permitió luchar por su teoría económica, su principal objetivo era que Inglaterra mantuviera un papel importante en la economía mundial.

El sistema que se impuso fue el de Harry Dexter White, quien reconstruiría el sistema capitalista, pero también admiraba el sistema económico soviético. Una de las grandes disputas fue que, mientras Keynes quería la creación de un sistema monetario global donde se crease una unidad monetaria internacional para la reserva internacional, White intentó imponer el dólar, y lo consiguió. El dólar se impuso por ser EE. UU. la principal potencia de los Aliados.

En Bretton Woods se acordó la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (futuro Banco Mundial). El objetivo era evitar una Tercera Guerra Mundial (IIIGM) estableciendo un sistema económico en el que todos los países tuvieran acceso a las materias primas, que, si bien no buscara un sistema igualitario inmediato, sí promoviera la equidad y permitiera a los países más desfavorecidos tener un futuro y acceder al comercio. No se quería que los países se hundieran, sino que pudieran sostenerse. La idea era que si un país estaba al borde del colapso económico, tenía todas las papeletas para generar nuevos conflictos.

Cuando se habla de estos acuerdos, no debe pensarse que el FMI o el cambio de divisas se implementaron inmediatamente. Los primeros países en adoptarlos lo hicieron siete años después de la SGM. Toda la parte política se puso en marcha una vez finalizada la guerra, pero la parte financiera fue mucho más lenta. Si comenzaron a hacerlo siete años después (en plena Guerra Fría), el proceso quedaría influenciado por esta.

Reino Unido: El Estado del Bienestar

Vimos que Winston Churchill perdió las elecciones de 1945, lo que llevó al poder al Partido Laborista, liderado por Clement Richard Attlee (1945-1951). Esta fue la mayor derrota del Partido Conservador en su historia. La política de Attlee se basó en una visión de futuro. La Inglaterra que proponía construir era la del Welfare State (Estado del Bienestar).

Las bases del Estado del Bienestar fueron sentadas por William Beveridge en 1942, quien elaboró un informe sobre la situación de Gran Bretaña que serviría de modelo para otros países occidentales. La idea era que el Estado asumiera la responsabilidad de asegurar unos mínimos básicos de protección social a sus ciudadanos. Esta idea implicaba que el Estado llevara a cabo una serie de actuaciones con instituciones públicas destinadas a garantizar a todo individuo de la nación, sin distinción de estatus social, religión o etnia, la supervivencia y no dejar a ningún ciudadano desamparado. Cuando se elaboró esta idea, se concebía para los ciudadanos británicos por el mero hecho de serlo.

Elementos Clave del Estado del Bienestar

1. Intervención estatal para el mantenimiento del pleno empleo o al menos un alto nivel de empleo.

2. Provisión pública de servicios sociales de carácter universal (educación, cultura, sanidad, vivienda, etc.). Universal significa que debe llegar a todos los sectores de la sociedad, independientemente de su renta.

3. Responsabilidad estatal en el mantenimiento de un nivel de vida mínimo como un derecho social. El Estado cumple con una obligación, ya que es un derecho de los ciudadanos.

Estos serían los tres elementos básicos que caracterizarían el Estado del Bienestar.

Periodos del Estado del Bienestar

  • 1945-1975: Consolidación. Consolidación de este modelo, donde la implementación de estas políticas por parte del Estado no era cuestionada, independientemente del partido en el gobierno.
  • 1975-1980: Crisis. Se empieza a cuestionar la necesidad del Estado del Bienestar y el control estatal. Surgen el neoconservadurismo y el neocapitalismo, promoviendo la idea de que estas políticas fomentaban la pasividad social.
  • 1980-Actualidad: Relativización. Coexisten diferentes teorías.

Existe una visión diferente del Estado del Bienestar en Europa y Estados Unidos. En este último, la concepción es distinta. Para los europeos, el mantenimiento de la paz se vincula directamente con la superación de los conflictos bélicos. Están convencidos de que la mejor manera de evitar futuras guerras es a través de la educación y la inversión en estabilidad económica y social, buscando romper los desequilibrios entre ricos y pobres, tanto a nivel nacional como europeo. Esta nueva forma de pensar en Europa, marcada por la devastación y las pérdidas humanas, contrasta con la perspectiva estadounidense. Esto provocó que los Aliados, a pesar de su alianza, tuvieran visiones divergentes. Estados Unidos emergió de la Segunda Guerra Mundial más rico de lo que entró.

En Europa, el comunismo y el socialismo habían penetrado profundamente en el tejido social durante casi un siglo, gestándose y cobrando fuerza desde finales del siglo XIX. En contraste, en Estados Unidos, el anarquismo, el socialismo y el comunismo no lograron arraigar de la misma manera en el siglo XX. Esta diferencia histórica influyó en las concepciones sobre el bienestar y las políticas sociales en Europa y Estados Unidos, donde la preocupación por el bienestar ciudadano se manifestó de forma distinta.

La Economía Británica Post-Guerra y las Nacionalizaciones

La situación económica del Reino Unido tras la guerra era precaria: sus reservas no superaban los 500 millones de libras, frente a un endeudamiento de 5.500 millones, principalmente con Estados Unidos y los países de la Commonwealth. El Imperio Británico, que había gozado de una sólida salud financiera y comercial desde el siglo XIX y había superado crisis como la Primera Guerra Mundial y el Crack del 29, no estaba acostumbrado a una situación de tal magnitud.

La idea de Attlee era sacar a Inglaterra de esa situación sin olvidar a los ciudadanos. Sin realizar cambios drásticos, Attlee mantuvo ciertas ideas básicas y tradicionales británicas. Introdujo cambios que afectaron la estructura económica del Reino Unido, especialmente el control estatal de sectores clave a través de la nacionalización: el Banco de Inglaterra (1946), las minas de carbón (1946), los transportes y comunicaciones (1946-1947), el gas y la electricidad (1947-1948), y la siderurgia (1949).

Attlee creó un seguro nacional que se encargaría de apoyar a aquellas personas que tuvieran un accidente laboral, sufrieran el paro, etc., toda una estructura para cubrir una serie de necesidades. Además, nació el Servicio Nacional de Salud (NHS), universal para todos los ciudadanos, indistintamente de su condición social o económica. También se implementó un programa de viviendas como derecho ciudadano, la democratización de la educación (buscando el consenso de todos los británicos) y una nivelación de la renta, mediante impuestos progresivos que ayudarían a equilibrar las diferencias sociales y a costear los beneficios sociales. Con la deuda mencionada, ¿cómo sería posible financiar este programa de bienestar? La respuesta fue: a través de los impuestos. A través de las medidas económicas, se esperaba que el imperio se reajustara económicamente. En el proceso de descolonización, se planteó la viabilidad del mantenimiento de ciertas colonias.

Francia: De la Cuarta a la Quinta República

Francia, una vez recuperada, se convertiría en uno de los motores del proceso de gestación de una Comunidad Económica Europea. La situación de Francia, una vez liberada el 25 de agosto de 1944, siguiendo los acuerdos de Yalta y Potsdam, se instaló un gobierno provisional cuyo objetivo era restaurar las instituciones, crear un espacio democrático y convocar elecciones. La Tercera República Francesa había colapsado con la invasión alemana de 1940.

Entre 1944 y 1946, hubo un gobierno provisional encabezado por Charles De Gaulle, Félix Gouin, Georges Bidault y Léon Blum (presidentes sucesivos del gobierno provisional). Bidault era del Movimiento Republicano Popular (MRP) y Blum, socialista. En 1945, tuvieron lugar unas elecciones que pondrían en marcha una Asamblea Constituyente con el objetivo de redactar una nueva constitución y establecer una nueva república.

Los principales partidos presentes en la Asamblea fueron: el Partido Comunista Francés (PCF), el Partido Socialista (SFIO), el Movimiento Republicano Popular (MRP) y el Partido Republicano Radical. En esa asamblea, se conformó un tripartito. Estos tres grupos parlamentarios serían los que crearían esa nueva república. Por un lado, estaba el gobierno provisional y, por otro, la asamblea creando la nueva constitución y república. La falta de una estructura clara para un nuevo gobierno explica la dimisión de De Gaulle en 1946.

La Cuarta República Francesa y sus Desafíos

La Cuarta República Francesa (1946-1958) presentaba características muy similares a la Tercera. Era una república parlamentaria donde el presidente tenía un poder bastante limitado y donde las decisiones se tomaban en la Asamblea. Una vez proclamada la república con la nueva constitución, la asamblea se disolvió para celebrar nuevas elecciones en octubre de 1946. Los tres partidos que triunfaron (comunistas, socialistas y republicanos) volvieron a controlar el parlamento y, por supuesto, nombraron a un presidente afín a ellos, aunque este solo duraría un año.

Esta inestabilidad fue consecuencia de la Guerra Fría: la presión de Estados Unidos para que los partidos comunistas desaparecieran de los gobiernos de Europa occidental, y la presión de la URSS para que radicalizaran sus posturas. La situación del gobierno de Francia se volvió inestable. El presidente del gobierno adoptó una política más radical contra los comunistas, lo que llevó al Partido Comunista Francés a organizar manifestaciones y bloquear propuestas gubernamentales para dificultar la gestión. Buena parte de las propuestas de los socialistas en la Asamblea serían bloqueadas. El presidente reestructuró su gobierno para que el PCF quedara fuera del mismo.

A esta gran inestabilidad política se sumaron numerosos problemas en las colonias, lo que, junto a la incapacidad de la Asamblea para tomar decisiones, condujo al caos y a la saturación de la Cuarta República. Cuando surgieron problemas como la Guerra de Indochina (1945-1954), liderada por Ho Chi Minh; la rebelión de Madagascar, brutalmente reprimida por los franceses; el inicio del proceso independentista de Marruecos (que lograría su independencia en 1956); y la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962), la situación se volvió crítica.

Argelia era, para la Francia de ese momento, casi parte de su territorio nacional, con casi un millón de franceses viviendo allí. Los intereses y la relación entre Argelia y Francia eran muy estrechos. Para sectores conservadores y parte del ejército, mantener Argelia dentro del imperio era una cuestión de prestigio nacional. Además de los intereses económicos, existía una serie de intereses que conferían a Argelia características muy especiales. En 1958, surgió un intento de golpe de Estado liderado por el general Jacques Massu.

En circunstancias diferentes, la Cuarta República podría haber funcionado bien; el tripartito habría sido viable de no ser por la Guerra Fría, que generó gobiernos inestables. A todo esto, hay que sumarle todos los conflictos armados.

El Nacimiento de la Quinta República

En 1958, la Cuarta República colapsó como consecuencia de un intento de golpe de Estado por parte de los militares franceses destacados en Argelia. El presidente de la república nombró como presidente del Consejo de Ministros a un socialista dispuesto a negociar la independencia de Argelia, pero una parte del ejército destacado en Argelia no estaba dispuesta a aceptarlo. Su operación, denominada «Operación Resurrección», cuyo plan fue ideado por el general Jacques Massu, aspiraba a presionar al gobierno metropolitano para que creara un gobierno de salvación liderado por De Gaulle.

De Gaulle, que tras su salida de la presidencia había creado su propio partido, se encontraba ya algo retirado de la vida política. Massu impulsó a De Gaulle a liderar un gobierno de salvación para solucionar los problemas de Francia. Así, asistimos a la muerte de la Cuarta República, dando origen a una nueva república, de carácter presidencialista. De Gaulle, quien ya había ocupado la presidencia en la Cuarta República, fue elegido de nuevo de manera democrática mediante elecciones libres, dando origen a la Quinta República Francesa, la que conocemos hoy en día. La Asamblea conserva instrumentos para controlar al gobierno, adaptándose a las necesidades de Francia en ese momento, lo que se vería reflejado en los años 60.

Austria: Neutralidad y Reconstrucción

Continuando con las democracias liberales, examinaremos dos repúblicas con tratados de paz: Austria y la República Federal Alemana (RFA). Ambos países, que habían estado bajo control nazi, no entraron en el acuerdo de la Europa liberada, sino que fueron ocupados. Austria formó parte de la Alemania nazi desde 1938 hasta 1945. Una vez terminada la guerra, Austria, por su connivencia con el nazismo, sería dividida por los Aliados, al igual que su propia capital. Sin embargo, Austria correría mucha mejor suerte que Alemania.

La ocupación de Austria sería corta, pasando a ser un país de neutralidad permanente y resurgiendo rápidamente. En noviembre de 1945, se convocaron las primeras elecciones libres, y se creó un consejo, el Consejo Nacional, y se iniciaron los parlamentos nacionales, como parte de un proceso de democratización y desnazificación del país. El Partido Popular Austríaco (ÖVP), el Partido Socialista de Austria (SPÖ) y el Partido Comunista de Austria (KPÖ) serían los partidos clave para el inicio. Se creó un nuevo gobierno cuya presidencia sería Karl Renner y su canciller, Leopold Figl. A pesar de tener su gobierno formado y haber pasado a un proceso de unificación que acabó de manera rápida, no obtendría plena soberanía hasta 1955.

Austria sufriría el impacto de la Guerra Fría, enfrentando un problema similar al de Francia. La democracia austriaca se vertebró sobre estos tres partidos (Popular, Socialista y Comunista), siendo los dos primeros los que obtuvieron más escaños, aunque con la presencia de los comunistas. El Partido Comunista también se apartó de esta política por haber aceptado el Plan Marshall. Entre 1947 y 1966, el Partido Popular y el Socialista formaron una especie de gran coalición, turnándose la presidencia y la cancillería según los resultados electorales. Básicamente, esta fue la reconstrucción de Austria; obviamente, la ayuda del Plan Marshall fue crucial para su reconstrucción. Austria nunca cayó completamente en la zona de influencia de Estados Unidos, manteniendo una buena relación, en la medida de lo posible, con ambas potencias, aunque su política económica se alineó más con el sistema occidental. El estatuto de ocupación impuesto en 1945 finalizó en mayo de 1955 con un tratado firmado por todas las potencias aliadas, devolviéndole su plena soberanía y permitiéndole ingresar en la ONU.

Alemania: De la Ocupación a la División (RFA y RDA)

Tras la capitulación de mayo de 1945, Alemania quedó bajo control aliado. Los Aliados asumieron la soberanía del país. Una Alemania dividida en cuatro zonas de ocupación. Es importante tener presente que Alemania había modificado sus fronteras, cediendo todos los territorios al este de los ríos Oder-Neisse a Polonia y a la URSS. Se puso en marcha el proceso de desnazificación y desmilitarización, según lo acordado en Potsdam. Una Alemania que debía reconstruirse, habiendo sufrido durísimos bombardeos y enormes pérdidas humanas, además de un proceso profundamente desmoralizador, y que debía reinventarse. A Alemania no se le permitiría repetir lo que hizo en la Primera Guerra Mundial.

En estas cuatro zonas, el Consejo de Control Aliado sería el encargado de gestionar la coordinación. El problema fue que el Consejo de Control Aliado nunca funcionó correctamente. Desde el primer momento hubo conflictos con la URSS y Francia, que eran reacias a cualquier injerencia de Estados Unidos y Gran Bretaña en sus zonas. Todo esto evolucionó hacia un proceso de ruptura de Alemania en dos entidades.

Conforme la Guerra Fría se fue intensificando, Alemania se convirtió en su epicentro inicial. Alemania fue el núcleo original donde se inició y articuló la Guerra Fría. La respuesta de Gran Bretaña y Estados Unidos fue la unificación de sus dos zonas. Cada zona tenía sus propios tribunales, moneda, fronteras, etc., siendo administrativamente independientes, aunque cada potencia tenía la obligación de llevar a cabo el mismo proceso. Una vez que británicos y norteamericanos pusieron orden en sus zonas, llevaron a cabo una unificación. Francia estaba muy reticente a ceder su zona y no veía claro el camino que tomaron los dos anteriores (el Partido Comunista todavía tenía presencia en el gobierno francés y no estaba tan claro que se implicara en ese conflicto entre Estados Unidos y la URSS). Francia, con todas estas consideraciones, tardaría en establecer una unificación. Esta unión llevaría a la unificación de la administración y la moneda.

Francia seguía siendo reticente, pero dio el paso en junio de 1948, tras los Acuerdos de Londres, donde se empezó a hablar de la «Trizona». Los comunistas ya no estaban en el poder, y el gobierno francés se había visto obligado a implicarse en la Guerra Fría. En febrero de 1948 tuvo lugar el llamado «Golpe de Praga». Los soviéticos se habían comprometido a llevar a cabo todo lo acordado en Yalta para liberalizar y democratizar los territorios ocupados. La URSS se había comprometido a ello, y Checoslovaquia entró en su zona de influencia. Checoslovaquia era una democracia antes de caer en manos nazis, y sus ciudadanos pensaban que los rusos les permitirían recuperarla. A partir de las elecciones libres de 1946, asistimos al acoso y derribo del gobierno democrático por parte de la URSS. El cerco se fue cerrando hasta que el gobierno democrático dimitió y los comunistas se hicieron con el poder.

Lo ocurrido en Praga en 1948 hizo saltar las alarmas de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Esta última no esperaba este paso, y le abrió los ojos sobre lo que estaba sucediendo en la Guerra Fría, pasando inmediatamente al lado de los británicos y estadounidenses para crear esa Trizona. Se creó una única moneda, el Deutsche Mark. Una vez creada la Trizona, el siguiente paso sería la creación de una Alemania occidental.

El Bloqueo de Berlín y la División Alemana

La Trizona tenía como objetivo crear la RFA, pero no se preveía que fuera tan rápido. En mayo de 1948 se creó la Trizona y en junio de 1949 se estableció la RFA. La respuesta de la URSS a la creación de la Trizona fue el Bloqueo de Berlín. Este bloqueo consistió en que, en el marco de los acuerdos de Potsdam, Berlín había sido dividida y los Aliados podían abastecer sus zonas libremente. El 23 de junio de 1948, la URSS cerró las fronteras y el paso al Berlín aliado. Hablamos de un Berlín arrasado, donde los berlineses supervivientes vivían del Plan Marshall y entre las ruinas y las carencias de una ciudad devastada que dependía de las zonas administrativas de Alemania para abastecerse.

Los Aliados crearon un «puente aéreo» para asistir a los berlineses. A través del espacio aéreo, se abasteció a Berlín Occidental. Los soviéticos, por su parte, pedían recurrentemente que Berlín se convirtiera en una «ciudad libre» bajo su control. Berlín resistió en un esfuerzo heroico de sus ciudadanos, convirtiéndose en un símbolo del mundo occidental en construcción. El bloqueo se levantó el 12 de mayo de 1949, sin que los berlineses claudicaran. La URSS no logró su objetivo de crear un «Berlín libre» controlado por los soviéticos. A partir de ese momento, la Berlín de la Trizona pasó a denominarse Berlín Occidental, una zona unificada con estatuto especial que, aunque no pertenecería al nuevo estado de Alemania Occidental, tendría una vinculación estrecha. No formaba parte ni de la RFA ni de la RDA, no era un Estado independiente, no tenía presidente ni primer ministro, solo un alcalde elegido por los berlineses y vinculado a la RFA, y continuaría bajo la protección de las potencias aliadas.

El Bloqueo de Berlín se convirtió en un acelerador del proceso de creación de la nueva Alemania occidental. Para dar este paso, fue necesario crear nuevas instituciones y partidos. Estos serían principalmente la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Estas elecciones darían origen a la Ley Fundamental de la República Federal Alemana, que nacería el 8 de mayo de 1949, configurada como un estado federal con sus propios parlamentos. Una Alemania que nacía sin ejército y con un estatuto de ocupación aún activo. El primer canciller de la RFA sería Konrad Adenauer. Al mismo tiempo, se terminó de configurar la República Democrática Alemana (RDA), y su parte de Berlín se incorporó a ella.

A pesar de que Francia terminó aceptando el proceso de unificación, seguía muy reticente. Alemania la había invadido en muchas ocasiones, y su principal objetivo era que Alemania no volviera a ser una amenaza. Los británicos solían ceder más fácilmente a las peticiones norteamericanas y no solían discutir tanto. Hasta 1950-1953 no se empezarían a introducir cambios que llevarían a levantar la prohibición de crear su propio ejército.

Italia: De la Monarquía a la República

El otro gran país del Eje, Italia, se suponía que debía haber entrado dentro de ese grupo de países con los que no se iba a firmar la paz, sino que se iba a alcanzar una rendición incondicional como Alemania y Japón. Italia, sin embargo, se desmarcó de esos acuerdos de rendición incondicional alcanzados por los Aliados en las múltiples conferencias. El 3 de septiembre de 1943 se firmó el armisticio en representación del rey Víctor Manuel III, pero este no representó la rendición total de Italia, ya que el país se encontraba dividido en dos: el norte, controlado por los nazis con Mussolini a la cabeza en la llamada República Social Italiana (o República de Saló). En el sur, el rey Víctor Manuel y el control aliado con un gobierno encabezado por el mariscal Pietro Badoglio.

Para buena parte de los italianos, el gobierno del rey generaba desconfianza, ya que había estado en connivencia con Mussolini y ahora se presentaba como un aliado. Los italianos reaccionaron para acabar con el gobierno monárquico y crear un Comité de Liberación Nacional que controlara esos territorios y formara un gobierno de consenso entre las fuerzas democráticas de Italia, a la espera de que el pueblo pudiera votar un gobierno democrático. Entre abril y mayo de 1945, al finalizar la guerra en Europa, se llevaron a cabo estas elecciones, pero también un referéndum, una convocatoria doble para los italianos donde se decidirían dos cosas: el 2 de junio de 1946 sobre qué forma de gobierno querían y, en segundo lugar, unas elecciones a la Asamblea Constituyente.

El resultado de esa doble elección fue: en el referéndum, el 54% de la población eligió el modelo republicano, y Víctor Manuel III tuvo que exiliarse. En las elecciones a la Asamblea Constituyente, los tres partidos principales obtuvieron: 32% la Democracia Cristiana (DC), 20.7% el Partido Socialista Italiano (PSI) y 18.9% el Partido Comunista Italiano (PCI). El gobierno que surgió de esta Asamblea estaría presidido por Alcide De Gasperi, quien no solo sería el primer presidente del Consejo de Ministros de la República Italiana, sino también uno de los padres fundadores de la Unión Europea, trascendiendo más allá de la propia Italia.

Firmaría el Tratado de Paz de París el 10 de febrero de 1947, donde Italia debería pagar indemnizaciones, perder colonias y ceder territorios, además de aceptar cláusulas financieras y militares, siendo estas últimas rebajadas o eliminadas una vez iniciada la Guerra Fría. Tras la firma del tratado, Italia tendría su primera constitución, sentando las bases de su nueva república, que sería parlamentaria, con el presidente del gobierno ostentando todo el peso político y el presidente de la república como un cargo honorífico.

Grecia: Monarquía y Guerra Civil

En el caso de Grecia, una vez acabada la guerra, comenzó en ella una guerra civil. Gran Bretaña era la encargada de supervisar la situación de Grecia, pero pronto surgieron problemas con la resistencia griega, que había jugado un papel importante y estaba dividida en dos facciones: una encabezada por los sectores conservadores y monárquicos de la población, y la otra por la guerrilla comunista griega (KKE). Estas dos facciones habían colaborado durante el proceso de liberación del país. El ELAS (Ejército Nacional de Liberación Popular) era la principal organización antifascista que luchó contra los nazis. Finalizada la guerra, el ELAS quedó bajo control del Partido Comunista Griego (KKE).

Los otros protagonistas serían Jorge II, rey que tuvo que exiliarse durante la guerra, pero que falleció en 1947, siendo sucedido por su hijo Pablo I, ambos apoyados por británicos y estadounidenses. La URSS se mantuvo reticente a prestar apoyo al KKE, buscando respetar el pacto que habían hecho Churchill y Stalin en su momento. Para algunos historiadores, la Guerra Civil Griega se considera un incidente pre-Guerra Fría, mientras que otros sostienen que el conflicto de Berlín es el verdadero punto de arranque.

Esta guerra tuvo diferentes fases:

  • Primera Fase (1942-1944)

    De preguerra, en la que las dos alas de la resistencia comenzaron a enfrentarse entre sí. El ala conservadora, en torno al rey, que nombró a Georgios Papandreu como jefe de un gobierno en el exilio con sede en El Cairo. La resistencia de izquierda, que se conformó en torno al KKE.

  • Segunda Fase (1944-1946)

    Cuando en 1944 se liberó Grecia y el gobierno monárquico regresó del exilio, entabló conversaciones directas con los comunistas, quienes se negaron a ceder el poder a los monárquicos. Esta primera etapa tuvo que ser solventada por los británicos; el propio Churchill estuvo presente en el inicio de las conversaciones. Los monárquicos solo controlaban la zona de la capital y Tesalónica; el resto estaba en manos de los comunistas. Todo esto llevó al Pacto de Varkiza en febrero de 1945, donde el arzobispo Damaskinos, regente del reino, acordó la convocatoria de unas elecciones que serían un plebiscito, celebradas el 1 de septiembre de 1946, que terminarían con la victoria de los monárquicos de centro-derecha y darían origen a la restauración de pleno derecho de la monarquía helena. Sin embargo, los comunistas no aceptaron el resultado de esas elecciones ni el regreso del rey.

  • Tercera Fase (1946-1949)

    Los comunistas se sublevaron y volvieron a las armas, estableciendo un gobierno revolucionario y entrando de lleno en la Guerra Fría. Los británicos fueron sustituidos por los norteamericanos, de la mano de Truman, cuyo Congreso ayudó a la Grecia monárquica. La URSS, por su parte, prestó ayuda militar y económica al KKE, aunque este recibió mucha más ayuda de Yugoslavia que de la propia URSS.

Dentro de este conflicto, la facción monárquica acabó imponiéndose, y Grecia se consolidó en el bloque occidental. Fue en este contexto cuando en la región de Macedonia, bajo influencia soviética, se creó la República Socialista de Macedonia (dentro de Yugoslavia). La guerra se prolongó, concentrándose la guerrilla en las zonas montañosas, hasta que finalmente se firmó un armisticio. Grecia se convirtió en un reino que formaría parte de la OTAN y quedaría bajo protección de Estados Unidos, con una monarquía que duraría hasta los años 60. A la muerte de Pablo I en 1964 le sucedió su hijo Constantino II, quien finalmente sería expulsado del país, proclamándose una república en la década de 1970.

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