Historia de la España del Siglo XX: De la República a la Democracia
La Proclamación de la Segunda República
Tras la dimisión de Berenguer el 14 de febrero de 1931, Alfonso XIII encargó formar gobierno al almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales para el 12 de abril. Aunque los concejales rurales eran mayoritariamente monárquicos, los republicanos ganaron en las capitales de provincia. Alfonso XIII, aconsejado por el gobierno, dejó el trono el 13 de abril, y al día siguiente se proclamó la Segunda República.
El nuevo gobierno provisional, encabezado por Alcalá Zamora, incluía a figuras como Lerroux, Martínez Barrio, Azaña, Prieto y Largo Caballero. Se enfrentaron a varios desafíos, incluyendo la proclamación de una República Catalana independiente por Francesc Macià y la necesidad de implementar reformas rápidas.
Las primeras medidas incluyeron reformas agrarias y educativas para mejorar la situación de los campesinos y combatir el analfabetismo, respectivamente. También se reformó el ejército y se estableció un nuevo cuerpo de policía, la Guardia de Asalto.
La oposición incluyó a terratenientes, industriales, financieros y la iglesia, liderada por el cardenal Segura. Hubo incidentes de extrema izquierda, como incendios de conventos e iglesias.
La Constitución de 1931
En junio de 1931 se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes en España, donde una coalición de republicanos y socialistas obtuvo mayoría. Se redactó una nueva Constitución que establecía una república democrática, con sufragio universal que incluía a las mujeres, separación de poderes y derechos fundamentales como libertad de expresión, trabajo, educación y cultura. Se reconocía la autonomía para Cataluña y el País Vasco, y se estableció un Estado aconfesional con libertad de religión. La Constitución fue aprobada en diciembre de 1931, dando inicio al primer gobierno constitucional presidido por Manuel Azaña, con Alcalá Zamora como presidente de la República.
El Bienio Reformista (1931-1933)
Durante el bienio reformista (1931-1933) en España, se llevaron a cabo importantes cambios en áreas como el trabajo, la agricultura, el ejército, la religión y la educación.
- Trabajo: Se implementaron reformas laborales que incluyeron seguro de enfermedad y vacaciones pagadas, aunque se enfrentaron a huelgas violentas de la CNT.
- Agricultura: La reforma agraria buscaba redistribuir la tierra, pero tuvo resultados limitados.
- Ejército: Hubo intentos de reformar el ejército para asegurar su lealtad al nuevo régimen, enfrentando resistencia y un intento de golpe de Estado en 1932.
- Religión: Se cerraron centros educativos religiosos y se otorgaron estatutos de autonomía a Cataluña y al País Vasco.
- Educación: Se priorizó la educación primaria y se promovieron iniciativas culturales.
La República española fue un período de gran efervescencia cultural, con importantes figuras en literatura, filosofía, arte y música, y destacó el papel de la mujer en la sociedad y la cultura.
El Fin del Bienio Reformista
El fin del bienio reformista se caracterizó por la lucha entre el anarcosindicalismo de la CNT y la oposición monárquica. La Ley de Defensa de la República se aplicó con dureza, especialmente en incidentes como los de Castilblanco y Casas Viejas, lo que minó la credibilidad del gobierno de Azaña. Hubo intentos de derrocar la República, como el golpe de Sanjurjo en 1932, y se formaron varias facciones monárquicas. En 1933, tras la dimisión de Azaña, se convocaron elecciones, donde las mujeres votaron por primera vez. La campaña electoral estuvo marcada por la polarización política y el surgimiento de la Falange Española. La derecha se presentó en coalición con un programa de revisión de las reformas del bienio anterior, mientras que los socialistas y republicanos se presentaron divididos.
El Gobierno Radical Cedista (1933-1935)
Durante el gobierno radical cedista (1933-1935), una coalición de derechas liderada por los Radicales y la CEDA ganó las elecciones. Bajo el liderazgo de Lerroux, se vivió un período tenso marcado por el fortalecimiento de movimientos como la Falange Española y la fusión con las JONS. La CEDA consolidó su poder, generando temores de un contagio fascista entre los republicanos. Se detuvieron reformas revolucionarias anteriores, como la Reforma Agraria, se ralentizó la construcción de escuelas y se detuvo la reforma militar. Se otorgó amnistía a los militares involucrados en el golpe de 1932 y se nombraron militares contrarios a la república en puestos clave. Además, se paralizó el estatuto de autonomía para el País Vasco.
La Revolución de Asturias (1934)
En 1934, una alianza obrera en España buscaba enfrentar al fascismo y promover una república federal socialista, pero sin el respaldo de la CNT. Ante la presión de la CEDA por ingresar al gobierno, los socialistas se levantaron en armas, desencadenando la Revolución de Asturias, que aunque solo triunfó en esa región, generó una fuerte represión militar, liderada por Franco, con miles de muertos y detenidos.
En Barcelona, la insurrección tomó un cariz independentista bajo Companys, presidente de la Generalitat, pero fue rápidamente sofocada, suspendiéndose temporalmente la autonomía de Cataluña. Este evento polarizó aún más la política, y Calvo Sotelo fundó el Bloque Nacional, abogando por una monarquía tradicional con autoridad fuerte.
El Fin del Bienio Derechista (1935)
En 1935, una nueva crisis en el gobierno radical-cedista condujo a la formación de un nuevo gobierno con mayoría de la CEDA, liderado por Gil Robles como ministro de la Guerra. Durante este período, se revirtieron las reformas sociales y se planeó una reforma constitucional. Además, regresaron militares con lealtad dudosa a la república, como Fanjul, Mola y Franco. Hacia finales de 1935, estallaron varios escándalos financieros en el entorno de Lerroux, como el escándalo del estraperlo y el caso Nombela, lo que fracturó la alianza entre los radicales y la CEDA. Ante esta situación, Alcalá Zamora convocó nuevas elecciones para 1936.
El Frente Popular, las Elecciones de 1936 y el Nuevo Gobierno
En las elecciones de 1936, la izquierda se unió en el Frente Popular, ganando mayoría, pero la derecha obtuvo un considerable número de votos. Hasta julio, la República fue gobernada por Azaña y Casares Quiroga. La tensión creció con incidentes violentos en las calles. Los asesinatos del teniente Del Castillo y del diputado Calvo Sotelo desencadenaron el alzamiento militar liderado por Mola, Sanjurjo, Franco y Goded, con apoyo de la derecha. La guerra civil se volvió inevitable.
La Sublevación Militar y el Estallido de la Guerra
En la primavera de 1936, un grupo de militares conspiró para llevar a cabo un alzamiento militar dirigido por Sanjurjo, Mola, Franco y Fanjul, con el respaldo de grupos antirrepublicanos. El asesinato del teniente Del Castillo y del diputado Calvo Sotelo precipitó el golpe, iniciándose en Melilla el 17 de julio. Aunque el gobierno subestimó inicialmente el alzamiento, el 18 de julio, jefes militares de 16 provincias se sumaron (alzamiento nacional), dividiendo a España en dos zonas.
La República, dominando las zonas industriales, minas y reservas del Banco de España, contaba con el apoyo de la Marina, Guardia de Asalto y milicianos, defendiendo la república democrática contra el fascismo. Los sublevados, dominando las principales zonas agrarias, contaban con tropas africanas, Guardia Civil y milicianos voluntarios, respaldados por propietarios agrarios, clases medias católicas y la iglesia, buscando acabar con la anarquía y el comunismo.
La guerra civil se desarrolló en cinco etapas: el cruce del estrecho, la batalla de Madrid, la campaña del Norte, la campaña de Aragón y la campaña de Cataluña. Tras intensos enfrentamientos, la rendición sin condiciones fue aceptada por el gobierno republicano, culminando con la entrada de las tropas nacionales en Madrid el 1 de abril de 1939, marcando el fin de la resistencia y el fin de la guerra civil española.
Consecuencias Económicas y Sociales de la Guerra
La guerra civil española provocó graves daños económicos y sociales. La producción agraria y la industria disminuyeron significativamente, y se destruyeron numerosas viviendas e infraestructuras. España perdió gran parte de su oro y se endeudó con Alemania e Italia. El régimen franquista impuso una economía autárquica y un control estatal estricto.
En términos humanos, la guerra causó entre 500,000 y 600,000 muertes y generó una gran cantidad de desplazados y emigrantes. La pérdida de intelectuales y científicos afectó gravemente al país, y la baja natalidad tuvo un impacto demográfico significativo. La guerra dejó profundas divisiones sociales y políticas, y condujo a la instauración de la dictadura militar del Franquismo.
La Dimensión Internacional del Conflicto
La guerra civil española suscitó preocupaciones internacionales y divisiones ideológicas. Francia y Gran Bretaña intentaron evitar la intervención extranjera mediante un embargo de armas, pero fue ineficaz debido al apoyo abierto de Italia y Alemania a los nacionalistas y de la Unión Soviética a la República. Estados Unidos adoptó una política de no intervención, aunque algunas empresas importantes suministraron armas al bando franquista.
Ayudas a los Sublevados
Los sublevados recibieron ayuda militar y financiera de Alemania, Italia y Portugal. Alemania proporcionó apoyo estratégico y material, incluyendo la participación de la Legión Cóndor en el bombardeo de Guernica. Italia también ofreció ayuda militar y envió voluntarios, mientras que Portugal facilitó territorio para operaciones militares y envió voluntarios conocidos como los «viriatos».
Ayudas a la República
La República recibió ayuda de la Unión Soviética, que proporcionó hombres y material militar, incluyendo aviones, tanques y asistencia técnica. México envió fusiles para apoyar a la República. Las Brigadas Internacionales, compuestas por voluntarios de diferentes países, lucharon en defensa de la República contra el fascismo, destacando en la defensa de Madrid y Guadalajara antes de abandonar España en 1938.
La Evolución Política y Económica en las Dos Zonas
En el bando republicano, la falta de una dirección política única debido a divisiones ideológicas provocó problemas durante la guerra. La Revolución Social llevada a cabo por grupos anarquistas y comunistas generó tensiones y dificultó las operaciones militares. Luego, con la llegada de Negrín al poder, se restableció cierto orden, pero la economía sufrió por la pérdida de control gubernamental y problemas en las colectivizaciones.
Por otro lado, en el bando nacional, Franco asumió el mando centralizado del Estado, eliminando la oposición republicana y estableciendo un régimen dictatorial. La economía se benefició de la colaboración con propietarios rurales y de apoyo financiero de Alemania e Italia, lo que facilitó la financiación de la guerra.
La Evolución Política tras la Muerte de Franco
Tras la muerte de Franco en 1975, España inició una transición hacia la democracia que culminó con la aprobación de la Constitución de 1978. Se enfrentó a tres alternativas políticas: el continuismo, defendido por grupos de extrema derecha y el Ejército; el reformismo, liderado por franquistas aperturistas que abogaban por una transición hacia una monarquía constitucional; y el rupturismo, representado por la oposición liderada por el PCE, que buscaba una ruptura con el régimen franquista y la instauración de una democracia similar a la de otros países occidentales. El rey asumió la Jefatura del Estado y manifestó su compromiso con la democracia en su primer discurso.
Primer Gobierno
El primer gobierno presidido por Arias Navarro incluyó a miembros del «búnker» franquista y a ministros comprometidos con el cambio, como Manuel Fraga, Areilza y Antonio Garrigues. La lentitud en las reformas provocó la creación de Coordinación Democrática por parte de la oposición, que impulsó la movilización popular exigiendo democracia, amnistía, legalización de partidos y sindicatos libres, y elecciones libres. Ante la represión del gobierno, como los sucesos de Vitoria, el rey forzó la dimisión de Arias Navarro y nombró a Adolfo Suárez Presidente del Gobierno, quien inició el proceso de transición con un gobierno progresista.
Primer Gobierno de Adolfo Suárez
En su primer gobierno, Adolfo Suárez inició contactos con la oposición política, presentó el Proyecto de Reforma Política, que fue aprobado en las Cortes y sometido a referéndum con un amplio apoyo. A medida que avanzaba la democratización, surgieron tensiones debido a grupos violentos como ETA y el GRAPO. Suárez logró la legalización de partidos políticos, incluido el PCE, mediante la Ley de Amnistía y negociaciones con Santiago Carrillo.
El Restablecimiento de la Democracia: las Elecciones de Junio de 1977
En las elecciones de junio de 1977, legalizados 100 partidos, la UCD de Suárez obtuvo la mayoría, seguida del PSOE de González. Se formó un Gobierno en minoría, facilitando consensos como los Pactos de La Moncloa y la descentralización. Se enfrentaron a una dura crisis económica debido al aumento del precio del petróleo en 1973, provocando déficit comercial, desempleo e inflación.
La Constitución de 1978. El Estado de las Autonomías
La Constitución de 1978 estableció a España como un Estado social y democrático de derecho, con separación de poderes y derechos fundamentales. Definió la monarquía parlamentaria, con el rey como Jefe de Estado. Se crearon las Cortes Generales bicamerales, el presidente del gobierno lidera el poder ejecutivo y el judicial está representado por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. La declaración de derechos garantizó libertades fundamentales como la de expresión, asociación, igualdad ante la ley y abolición de la pena de muerte. Además, se descentralizó el Estado, creando Comunidades Autónomas, con Cataluña, País Vasco y Galicia como nacionalidades históricas que accedieron a la autonomía en 1979, seguidas por otras regiones en años posteriores.
El Terrorismo durante la Transición
Durante la Transición, grupos extremistas de derecha e izquierda, como GRAPO y ETA, aprovecharon la debilidad del gobierno para buscar sus objetivos mediante la violencia. La extrema derecha perpetró atentados y golpes de Estado, como el 23-F, mientras que la extrema izquierda, especialmente ETA, recurrió a secuestros y asesinatos en su búsqueda de una negociación política.
2º Gobierno de la UCD (1979-81)
Durante el segundo gobierno de la UCD (1979-1981), se convocaron elecciones municipales y autonómicas, marcadas por la victoria del PSOE en las principales ciudades. Sin embargo, la crisis política y económica se agudizó, y en enero de 1981, Adolfo Suárez dimitió debido a la presión de la oposición y del ejército. Esto desencadenó un intento de golpe de Estado el 23 de febrero de 1981, liderado por el teniente coronel Antonio Tejero, que fue rápidamente frustrado con la intervención del Rey Juan Carlos.
Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo de 1981-82 (UCD)
El gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo (1981-1982), perteneciente a la UCD, estuvo marcado por disputas internas y tensiones sociales. La aprobación de la Ley del Divorcio generó divisiones políticas y enfrentamientos con la Iglesia. Además, la decisión de integrar a España en la OTAN contribuyó a la inestabilidad. La UCD se fragmentó, algunos miembros se unieron al PSOE y otros a Alianza Popular. Ante esta situación, Calvo Sotelo disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones, que resultaron en una abrumadora victoria del PSOE, marcando el fin de la transición a la democracia en España.
La Normalización Democrática y la Alternancia Política hasta 2018
La normalización democrática en España tras la dictadura franquista estuvo marcada por la alternancia política entre el PSOE y el PP. Durante los gobiernos socialistas de Felipe González, se enfrentaron desafíos como la lucha contra ETA y reformas de gran calado, mientras que los gobiernos de Aznar y Rajoy del PP se centraron en políticas liberales y la lucha contra el terrorismo. La crisis económica afectó a ambos partidos, con medidas de austeridad y reformas laborales. El gobierno de Rodríguez Zapatero abordó la crisis económica y social, mientras que el gobierno de Rajoy enfrentó el desafío del independentismo catalán. Pedro Sánchez asumió la presidencia en 2018, enfrentándose a la crisis política y social, la pandemia de COVID-19 y tensiones internacionales.
Evolución Económica, Social y Demográfica. Feminismo e Igualdad.
La economía española desde 1982 ha experimentado altibajos, con períodos de crecimiento impulsados por políticas económicas mixtas y medidas de estímulo, seguidos de crisis económicas que llevaron a medidas de austeridad y restricción del gasto público. La sociedad española ha avanzado en términos de igualdad de género, con la aprobación de leyes que promueven la igualdad y protegen los derechos de las mujeres, aunque persisten desafíos como la violencia de género y las desigualdades salariales. La demografía española ha sido afectada por el descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población, aunque el aumento de la inmigración ha contrarrestado en parte esta tendencia. La sociedad se ha vuelto más diversa y heterogénea, con cambios en las relaciones de género y una mayor secularización. El desarrollo cultural y el ocio han experimentado un notable crecimiento, junto con un aumento en la participación de la mujer en la vida política, social y laboral. Sin embargo, persisten desafíos en la consecución de la igualdad de género y la eliminación de las desigualdades sociales.