GARCÍA MÁRQUEZ Y EL BOOM DE LA NOVELA HISPANOAMERICANA.

A mediados de la década de 1960, tras la producción de una serie de novelas decisivas que impactaron en los países hispanoamericanos, estalló el boom latinoamericano. Se desarrolló en diferentes fases. Entre los autores más destacados de la primera se encuentran Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, Mario Vargas Llosa, Miguel Ángel Asturias o Juan Carlos Duetti, entre otros. Los escritores, casi todos con ideología de izquierda, acapararon la atención mundial con una literatura que combinaba la experimentación moderna con elementos distintos de la vida y la cultura latinoamericanas. La selva, el mito, la presencia indígena o la búsqueda insaciable de identidad se integran en las novelas. Asimilaron las influencias de la literatura internacional y de la cultura masiva moderna. La nueva novela buscaba representar la experiencia heterogénea y diversa de varios países. Para ello echan mano de la idea de unidad latinoamericana, influidas también por los relatos mayas o novelas heroicas y románticas del S.XIX. Algunas de las características son la desintegración de las formas tradicionales de la novela, la simultaneidad del lenguaje y la novela como ficción total. Surge el realismo mágico como modo de reaccionar ante los regímenes dictatoriales de la época. Se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal como algo cotidiano. El tiempo en el realismo es percibido como cíclico y distorsionado. En cuanto a los personajes, cambian de espacios y tiempos desde sus pensamientos y estados oníricos. La obra más representativa es Cien años de soledad. Anteriormente el Modernismo, había contribuido a cristalizar el concepto de América Latina. De aquí nace una corriente de relato de tema fantástico que cultivó Rubén Darío y su continuador, el uruguayo Horacio Quiroga. Este último con un estilo sobrio alcanzó cimas elevadas en algunos de sus relatos, como Cuentos de amor y Anaconda.Otra tendencia desarrollada a principios del S.XX es la novela realista y naturalista de temas autóctonos. Presenta varias modalidades: novela de la restauración mexicana, en la cual destaca Los de abajo de Mariano Azuela; la novela indigenista y la novela de la tierra, con el tema de fondo del conflicto entre civilización y barbarie. A partir de los años cuarenta, la narrativa amplia su contenido con la introducción de temas urbanos, y la estructura se enriquece con innovaciones de la narrativa europea y norteamericana. Asimismo se incorpora lo irracional. En la obra de Borges, lo filosófico y lo metafísico se combinan con lo fantástico e irónico. Su obra supone una fase de transición entre la vanguardia y las nuevas formas de novela. Otros como Onetti o Sábato reflejan las preocupaciones existenciales propias de la literatura occidental de los años 40, con su narrativa existencial. La obra El túnel (1948) de Sábato, trata de un hombre que recurre al crimen como única salida a su radical incomunicación con los demás. También destaca Sobre héroes y tumbas. Por otro lado destaca Miguel Ángel Asturias cuya novela más importante El señor Presidente, donde se mezclan lo absurdo y lo grotesco. Su labor de estudioso en la cultura maya se refleja en Leyendas de Guatemala.Surge en este momento el realismo mágico que constituye una representación compleja del mundo, que admite en cada nivel lo racional, lo onírico y lo fantástico, y que persigue reflejar la identidad de América. Alejo Carpentier fue el primer teórico del realismo mágico en su prólogo escrito para El reino de este mundo sobre un levantamiento de esclavos en Haití. Otras son Ecué-Yamba-O y Los pasos perdidos. Las novelas de Julio Cortázar se caracterizan por su experimentalismo formal y por su análisis del hombre contemporáneo. La presencia de lo fantástico tiene una ambientación casi cosmopolita. Su principal obra es Rayuela, de 1969. Por otra parte, Juan Rulfo presenta un nuevo estilo. Con su novela Pedro Páramo narra con juegos espacio-temporales, el viaje de un hombre al pueblo de su padre. No obstante cabe destacar la figura de Gabriel García Márquez, escritor más famoso. Su infancia en la costa caribeña le proporcionó temas e historias para crear el imaginario Macondo. Su gran éxito es Cien años de soledad publicada en 1967, obra maestra del realismo mágico. Narra la historia de siete generaciones de una familia perseguida por su destino fatal, que resume la situación sociopolítica del continente. Con Crónicas de una muerte anunciada y el Amor en los tiempos del cólera se alerta de este realismo. El periodismo y la literatura sus dos oficios, se han entrecruzado muchas veces.Otro autor importante es Mario Vargas Llosa que indaga en las técnicas narrativas y complejidad de sus mundos novelescos. La ciudad y los perros expresa a través de la denuncia del machismo y la violencia de un colegio militar limeño, una crítica a la sociedad peruana. Conversación en la Catedral es una de sus obras más ambiciosas y logradas.El legado del Boom continua presente en diversas manifestaciones, hoy asociadas con el antiguo realismo mágico. Hoy en día, un importante número de escritoras ha entrado a disputar la popularidad de los grandes del Boom. Laura Esquivel, Rosario Ferré o Isabel Allende, entre otras, son algunas de las narradoras que mantienen la atención sobre las letras latinoamericanas, tomando una escena literaria que estuvo dominada tradicionalmente por hombres. Para muchos, ya no tiene sentido asociar el continente con un estilo específico, pues se trata de culturas diversas, complejas y plurales, en las que es el supuesto realismo mágico es sólo una posibilidad entre otras.

3. Los personajes en el amor en los tiempos del cólera

En El amor en los tiempos del cólera se establece un triángulo amoroso protagonizado por una mujer, Fermina Daza, amada por dos hombres, que son Florentino Ariza y Juvenal Urbino. A raíz de este trío desfilan un sinfín de personajes que entran y salen, compartiendo tiempos narrativos o volviendo al presente mediante flash-backs. A través de ellos se distinguen las distintas clases sociales de la época como la burguesía, la clase baja simbolizada por los criados, los militares, la Iglesia o el mundo de la prostitución. De la misma forma se nos presentan mujeres de todas las edades y razas, completando un reflejo claro de la mezcla cultural caribeña. Los tres protagonistas principales de la obra se caracterizan por:

JUVENAL URBINO.

 La novela comienza con su presencia, cuando este acaba de perder a su amigo Jeremiah de Saint-Amour, suicida gerontófobo. Desde el primer momento se nos presenta como un hombre que se ampara en la religión. Juvenal resulta un ser contradictorio, por un lado el narrador lo dota con atributos éticos, pero por otro lo condena por actuar faltando a la ética. En ocasiones se nos presenta como un extranjero en su tierra: Tropezaba con todo (…) todo lo que era en realidad sus virtudes suscitaban el recelo de sus colegas mayores y las burlas solapadas de los jóvenes. Su mayor empeño profesional consiste en continuar la estela iniciada por su padre y vencer al cólera: Su obsesión era el peligroso estado sanitario de la ciudad. La impresión que causa en Fermina al conocerlo no puede ser más negativa:le pareció un pedante incapaz de querer a nadie distinto a sí mismo. En su relación matrimonial, parte de una falta de amor hacia su mujer, pero a lo largo de cincuenta y un años se convierte en un amor sincero que lo redimirá de la culpa de ese desamor y de la infidelidad: Él era consciente de que no la amaba (…) estaba seguro de que no habría ningún obstáculo para inventar un buen amor. Sus encantos personales lo presentan como un hombre atractivo y de trato exquisito: Seducidas por sus gracias personales y por la certidumbre de su fortuna familiar, las muchachas de su medio hacían rifas secretas para jugar a quedarse con él. No obstante, también aquí se nos muestra contradictorio pues su exquisitez aparece enturbiada: Por último soltó un eructo, inclinó la cabeza contra el pecho y se quedó dormido.

FERMINA DAZA

Sus descripciones físicas nos llegan a través de la mirada enamorada de Florentino: Caminaba con una altivez natural, la cabeza erguida, la vista inmóvil, el paso rápido, la nariz afilada, (…). También se la compara con una diosa coronada. Tras su viaje disuasorio, continuará presentándosenos idealizada por el amarte: Le parecía tan bella, tan seductora, tan distinta de la gente común, que no entendía por qué nadie se trastornaba como él (…). Su descripción psicológica se va completando a lo largo de la novela: idolatra las flores ecuatoriales y los animales domésticos, desarrolladísimo sentido del olfato, etc. Pero el rasgo más destacado de su carácter es su laberinto de sentimientos, esa duda constante que la hace no estar del todo segura de su amor a su marido ni de su desencanto amoroso con Florentino: Le rogó a Dios que le concediera al menos un instante para que él no se fuera sin saber cuánto lo había querido por encima de las dudas de ambos. Su día a día es rutinario, esta vacío y, al igual que Juvenal, se siente extranjera en su tierra. El matrimonio será su única solución a esa soledad. Mucos años después, quien le quitará el aburrimiento a sus tardes será Florentino, ante su propia sorpresa.

FLORENTINO ARIZA

Se trata del personaje principal en la novela. Para este la vejez será la etapa de la vida en que pueda dar fruto su largo amor en espera. Es un ser iluminado por la gracia del Espíritu Santo: se levantó asustada, porque tuvo por primera vez la impresión sobrecogedora de que Florentino Ariza estaba hablando por inspiración del Espíritu Santo. El desenlace de la obra viene dictado por esa gracia natural: Fermina Daza se estremeció, porque reconoció la antigua voz iluminada por la gracia del Espíritu Santo.Acerca de su formación como lector, el narrador nos hace un muestreo de sus lecturas preferidas: Desde que lo enseñó a leer, su madre le compraba libros ilustrados de los autores nórdicos (…). La lectura lo hace evadirse de su realidad cotidiana, hasta el punto de que su madre teme por su salud, y combina la lectura con la escritura constante de cartas de amor propias y ajenas. Es un ser ingenuo y solitario, que intenta encontrar consuelo a sus soledad congénita como inquilino de un prostíbulo o con la compañía de sus más de 600 amores. A pesar de estos atributos humanos, parecía un ser invisible para el mundo. Por otro lado, para algunas de sus amantes era el más mezquino, el que no daba nada y todo lo quería. Es, por último, un ser con una infinita capacidad de ilusión que no siente otra cosa que conmiseración por el doctor Urbino, cuya muerte debe desear, pues era consciente de que ambos eran víctimas de un mismo destino y compartían el azar de una pasión común (…). 

OTROS PERSONAJES. 

oJeremiah de saint-Amour

Su nombre simboliza, irónicamente, un amor sagrado fuera del matrimonio. Este personaje será el preámbulo de la otro historia de amor no bendecida por el matrimonio.

oEl loro 

es un personaje decisivo para la trama y una variante paródica de la serpiente bíblica. El lora adquiere unos rasgos humanos y es también el único que replica a su dueño.

oLorenzo Daza

padre de Fermina, es representado como un ser irracional y agresivo que aleja a la fuerza a su hija de la ciudad donde vive Florentino. Echa de su casa a la tía Escolástica por ocultar los amores entre su hija y Florentino, por lo que nace en esta un odio duradero hacia su padre. Realizó diferentes negocios fraudulentos en su vida.

oTía Escolástica 

llenará el hueco de una madre en el corazón de Fermina. Su relación es fraternal y será quien la aconseje.

oTránsito Ariza

madre de Florentino, respalda a su hijo en su deseo de estar con Fermina, poniendo sus medio económicos a su disposición. Es un personaje tratado con ternura.

oEl tío León XII

una vez muertos sus hijos varones, decide que sea su sobrino Florentino quien herede la Compañía Fluvial del Caribe.

oLotario Thugut

es el telegrafista que ofrece a Florentino su primer trabajo y, entre otras cosas, lo introduce en los lupanares. A él se debe su visita a la casa de Lorenzo Daza.

oLeona Cassiani 

protegerá a Florentino y lo cuidará como una madre. Dice el narrador omnisciente que fue la verdadera mujer de su vida, aunque ni él ni ella lo supieron nunca, ni nunca hicieron el amor.