Desde un punto de vista histórico y cultural, el conocimiento humano puede entenderse como un  conjunto de saberes que han ido apareciendo a lo largo del tiempo, y que son coexistentes, ya que la aparición de unos no supone la desaparición de los anteriores. Podemos distinguir dos grandes etapas respecto a la aparición de estos saberes: 
– Las etapas iniciales del conocimiento aparecen en el Paleolítico Superior y son el mito, la magia, la técnica, la religión y el arte. 
– Las etapas avanzadas del conocimiento que surgen con las grandes civilizaciones y son la filosofía, la ciencia y la tecnología o tecnociencia. 

El mito  

Los mitos son narraciones y leyendas que encontramos en todas las culturas y que explican: 
– El orden cósmico: origen y naturaleza del Universo y del ser humano.  
– El orden social: origen de la familia y el parentesco, la justificación del poder político y de la división social del trabajo.  
– Los fenómenos vitales: el nacimiento, el sexo y la  muerte.  
– El destino de una comunidad.  
Es un saber que tiene los siguientes rasgos: 
– Antropomórfico: Los fenómenos naturales (el fuego, el viento, las enfermedades, la ira…) son divinizados, es decir, identificados con fuerzas sobrenaturales, y personificados, es decir, a esas fuerzas se les atribuye un comportamiento emocional típicamente humano. 
– Animista: La naturaleza está poblada de espíritus vivos dotados de inteligencia, sentimientos e intenciones. 
– Indeterminista: Lo que acaece en la naturaleza sucede de forma arbitraria,                                                                dependiendo de la voluntad imprevisible y caprichosa de esas fuerzas que rigen el cosmos y no en función de un sistema regular e impersonal de causas y leyes. 
– Orientativo: Del mito se siguen pautas normativas de conducta para los seres humanos como rituales, exigencias, prohibiciones y tabúes. 

La magia 

Coexiste desde sus comienzos con el mito. La magia  es un saber que tiene los siguientes rasgos:  
– De dominio: En la magia una casta socialmente privilegiada, formada por brujos, chamanes y sacerdotes pretende poseer un saber y unos procedimientos de control y de predicción sobre los fenómenos naturales y espirituales.  
– Ritual: Los brujos o chamanes saben ejecutar con rigor y eficiencia determinados procedimientos rituales, ceremoniales  y fórmulas ocultas, en virtud de los cuales se lleva a cabo ese control y suceden los acontecimientos previstos y esperados. 
– Privado: El saber de la casta es secreto, no es público. Se transmite de manera interna sólo entre los miembros iniciados del propio grupo. 
– Dogmático:  Al ser un saber secreto, los resultados de la magia no soncuestionados ni criticados. Además si con los procedimientos rituales no se logran los resultados esperados, no por ello queda  invalidada su  supuesta eficacia. 

La técnica 

Consiste en la utilización y fabricación de útiles y herramientas. Se puede considerar que el conocimiento técnico es el más antiguo en la evolución biológica y cultural del ser humano. Es un saber que tiene los siguientes rasgos: 
– Práctico: Se trata de un conocimiento basado en el ensayo y error y no en unos conocimientos teóricos previos. Por tanto, los procedimientos para fabricar y usar herramientas son puramente prácticos y basados en la experiencia. 
– Especializado: Con la técnica aparece la división social del trabajo ya que las                                                                          técnicas se diversifican y clasifican en múltiples  categorías. La división especializada de las técnicas es un precedente de la organización futura de las distintas ciencias. 
– De dominio: La técnica, como la magia, es un saber de control y dominio de la naturaleza. 
– Público: Pero a diferencia de la magia, las reglas y procedimientos de la técnica son compartidos, no secretos ni exclusivos de una casta. 
– Revisable: Su carácter público (no privado, como la magia) convierte a la técnica en un saber constantemente sometido a la revisión y al perfeccionamiento continuo de sus reglas. 

La religión 

También la religión es un modelo explicativo de los fenómenos naturales y del orden cósmico, de los fenómenos sociales como son la organización de la familia y el parentesco, de la justificación del poder y de la división social del trabajo,  y  de los fenómenos vitales como son el nacimiento, el sexo y la  muerte.  
Es un saber que afirma la existencia de un Ser Superior, Absoluto o Dios cuyas características son: 
– Omnipotencia: El sentimiento religioso comienza con el reconocimiento de la existencia de poderes muy superiores a las fuerzas  de la naturaleza y de los hombres. 
– Trascendencia: Tales poderes absolutos están más allá del mundo que percibimos. 
– Misterio: La relación de los poderes sobrenaturales y trascendentes con el mundo y con el hombre no sucede de un modo normal, cotidiano, predecible y regular, sino que lo Absoluto se manifiesta de modo extraordinario y milagroso. 
– Presencia: El ser humano puede, por diversos medios, sentirse vinculado o religado al Ser Superior o Dios que se manifiesta como tremendo y fascinante. Puede hacerlo de forma racional o irracional, predecible o imprevisible. Los medios para sentir esa vinculación son: el sacrificio, la oración, la meditación, la 
visión mística, el ceremonial y el sacerdocio. 

El arte                                                       

Se puede considerar al arte como otra etapa del conocimiento ya que el ser humano desde sus orígenes llevó a cabo manifestaciones artísticas unidas a la fabricación de útiles domésticos, armas para la defensa o la caza, vestidos y adornos corporales e incluso una cierta disposición decorativa del espacio habitable. Pensemos en las pinturas rupestres, como las encontradas en Altamira y Lascaux. El arte tiene las 
siguientes características: 
– Utilidad: En sus orígenes no es posible separar claramente el arte de la técnica. En ese momento no se puede hablar con propiedad de  un arte «puro». Los objetos fabricados son útiles o herramientas que tienen una finalidad práctica y no meramente estética.  
– Belleza: Los testimonios materiales de que disponemos nos muestran que el hombre prehistórico tenía un innegable sentido de la forma, el volumen y el color. Sus productos eran, además de útiles o herramientas, obras con un sentido inequívoco de la belleza. 
– Significado: La obra de arte no se detiene en la utilidad y la belleza, sino que aspira además a proporcionar conocimiento del entorno, tanto de la naturaleza como de la vida humana. La obra de arte obedece a un intento de interpretar y controlar los fenómenos naturales, sociales, vitales y espirituales.  
– Intencionalidad: Ya desde sus orígenes las manifestaciones artísticas obedecen a diversas intenciones: ornamental y decorativa; propiciatoria, ya que invoca a los espíritus (de la caza o de la fertilidad); e interpretativa, porque busca una comprensión y expresión de los fenómenos naturales y sociales.