Teorías Éticas: Un Recorrido por la Historia del Pensamiento Moral
Ética y Teorías Éticas
La ética, como parte de la Filosofía, busca explicaciones racionales para argumentar lo que se considera moralmente bueno. De este modo, se aspira a elaborar una moral universal, válida para todas las culturas.
Esta búsqueda ética ha tenido su propia historia. No siempre se han dado los mismos argumentos ni se han llegado a las mismas conclusiones. La historia de la Ética integra las distintas maneras de vivir y comportarse. Sus respuestas se denominan ‘teorías o sistemas éticos’.
La Ética ha elaborado diversas respuestas o teorías éticas. Es necesario conocerlas y estudiarlas porque nos ofrecen argumentos racionales, y no meros deseos subjetivos, sobre qué puede ser lo mejor para el ser humano. A partir de estos argumentos, podemos intentar descubrir lo más universalizable, que proporcionen valores y normas al proyecto ético de convivencia.
Éticas Materiales y Éticas Formales
Las teorías éticas suelen agruparse en dos grandes grupos: las éticas materiales o de fines y las éticas formales o del deber.
Éticas Materiales
A este grupo pertenecen todas las explicaciones éticas que tienen estas dos características:
- Afirman que existe un fin o bien supremo que guía nuestro comportamiento moral.
- Establecen una serie de normas o pautas morales para alcanzarlo.
‘Materiales’ quiere decir que tienen contenido, es decir pautas y fines. No hay que confundirlas con ‘materialistas’ que son aquellas éticas que establecen como bien supremo algo material, como tener riquezas. Hay éticas materiales materialistas como el utilitarismo y éticas materiales espiritualistas como la ética cristiana.
A este grupo pertenecen la mayoría de las teorías éticas. Se diferencian entre ellas en cuanto al fin que establecen como moralmente bueno. Cada una argumenta y razona dicho fin de forma distinta, lo que puede dar lugar a un cierto relativismo ético, pues resulta difícil determinar cuál de ellas es preferible y, por lo mismo, universalizable, es decir, válida para todo el mundo.
Éticas Formales
Las éticas formales o del deber afirman que lo que debe mover al ser humano a comportarse bien no es alcanzar un fin o bien supremo, sino obrar desinteresadamente, guiado tan solo por lo que dicta la conciencia racional como deber de la conducta.
Este modo de entender la Ética surgió en el siglo XVIII: la propuesta innovadora fue de Immanuel Kant, y con ella pretendía superar el relativismo ético al que podían dar lugar las teorías éticas anteriores. Kant pretendía buscar un criterio moral que fuera guía de conducta para toda la humanidad. Pensaba que la razón no podía decir qué llevaba a la felicidad o apartaba de ella, porque cada uno puede entenderla de forma distinta. Su criterio fue formal, pues lo que cuenta es la forma, la intención con la que se realicen los actos.
Se llaman también éticas del deber, porque afirman que el único motivo que debe guiar la conducta moral es el cumplimiento del deber, es decir, porque el comportamiento correcto se impone a mi conciencia como el mejor sin esperar nada a cambio. Las éticas que han continuado en esta dirección pretenden fundar una moral universal. Todas ellas intentan decirnos en qué consiste el bien y cómo debe ser una conducta buena.
Lo Bueno es el Placer
Todos queremos disfrutar, pero aparecen los problemas. Los filósofos tuvieron que poner algunas limitaciones a esa idea de lo bueno.
Epicuro, un famoso filósofo griego, dijo que el bien no era el placer sensual sin freno o medida, sino ‘un placer guiado por la razón’. Afirmó que es sabio el que sabe obrar bien y realiza un cálculo prudente para averiguar qué placeres son más intensos y duraderos, y cuáles tienen menos consecuencias dolorosas. No se trata siempre de los placeres materiales o sensuales, sino de los racionales y espirituales, que cualitativamente son superiores. Esta teoría se llama hedonismo o epicureísmo.
Lo Bueno es lo más Útil para el Mayor Número de Personas
Muy cercana al epicureísmo se encuentra otra teoría llamada utilitarismo. Para sus defensores, lo bueno consiste en alcanzar la mayor felicidad para el mayor número de personas, entendiendo por felicidad el placer y la ausencia de dolor. La diferencia básica que introduce el utilitarismo frente al hedonismo de Epicuro es su carácter social: el placer es más deseable en la medida que pueda beneficiar o repercutir en un mayor número de personas.
Los principales defensores de esta teoría fueron los filósofos ingleses Jeremy Bentham y John Stuart Mill.
Lo Bueno es Seguir la Ley Natural
La filosofía cristiana y, en especial, Santo Tomás de Aquino, uno de sus pensadores más importantes, defiende que lo bueno es seguir lo que establece la ley natural, que es el orden impuesto por Dios. El criterio de lo bueno no se basa en que haya sido justificado por la razón, sino en que haya sido ordenado por Dios.
Para Santo Tomás, muy influido por Aristóteles, lo natural en la vida humana no es solo la vida contemplativa o racional, sino que esta culmina en la contemplación de Dios, al descubrirse como el origen y supremo hacedor de todo lo real. La auténtica felicidad está en la unión con Dios y la conducta buena es la que nos lleva a ese encuentro. En esta afirmación coinciden todas las corrientes del cristianismo, desde San Agustín, pasando por Santo Tomás hasta otras tendencias más actuales. Este planteamiento presenta el problema de que la ética se hace dependiente de la Teología, por lo que sería necesario ponerse primero de acuerdo acerca de la divinidad y de cuáles son sus mandatos.
Lo Bueno es ser Libre
La felicidad también puede entenderse como autosuficiencia o no necesitar nada, ser libre de las necesidades, ser feliz con lo que se tiene, sin aspirar a más. Podría ser interpretado como una postura inconformista, pero se trata de un ejercicio de autodominio. Las dos corrientes históricas más representativas fueron, en la antigüedad:
Los Cínicos
Significa ‘perruno’. Tomaron este nombre por destacar que la mejor manera de vivir es en armonía con la naturaleza, ajenos a necesidades innecesarias propias de la vida en sociedad.
Los Estoicos
Partieron también de la íntima relación entre las leyes de la naturaleza y las del ser humano. Para ellos vivir bien significa vivir en conformidad con la naturaleza.
Lo Bueno es Cumplir el Deber
Las éticas formales nos dicen cómo se debe encontrar lo bueno, pero sin darnos normas concretas. Kant, uno de los filósofos más importantes de la historia, innovó radicalmente la forma de reflexionar sobre la ética:
El criterio moral no ha de buscarse externamente al ser humano, en la búsqueda de la felicidad, sino en su interior, en su conciencia moral. Kant llegó a esta conclusión porque quería superar el relativismo moral propio de las éticas materiales, en las que cada uno puede entender por bueno y justo conductas diferentes. Esto daba lugar a conflictos. Era preciso sentar las bases de una ética universal. Esta es la noble tarea de la ética moral.