Arquitectura

Templo de Atenea Niké (Atenas)

Título: Templo de Atenea Niké
Cronología: 421-415 a. C. (Periodo Clásico)
Autor: Kalícrates
Estilo: Arte griego clásico

El Templo de Atenea Niké fue construido por el arquitecto Kalícrates en la Acrópolis de Atenas entre los años 421 y 415 a. C. De estilo clásico griego, pertenece al período clásico y contribuyó al programa constructivo de la Acrópolis.

Se trata de un templo jónico de planta rectangular, anfipróstilo y tetrástilo. Construido en mármol, se levanta sobre un basamento de cuatro escalones. Las columnas jónicas, muy esbeltas y gráciles, con acanaladuras, tienen una basa con escocia y dos toros, y un fino capitel con collarino, equino de volutas y ábaco. El entablamento tiene un arquitrabe dividido en tres bandas superpuestas, un friso escultórico, una cornisa que produce efectos de claroscuro sobre las esculturas, y un frontón del que apenas quedan indicios en los extremos. La cella resultante es un minúsculo cuadrado. Sus pequeñas dimensiones obligan a fundir la naos y el pronaos, adaptándose visualmente a la estrechez del lugar, conservando toda su armonía y belleza.

El templo griego cuida especialmente el exterior, está concebido para ser contemplado desde fuera; se dice por ello que es una arquitectura con valores escultóricos. El templo estuvo en pie hasta el siglo XVII, cuando los turcos otomanos lo derribaron y usaron sus materiales para construir una posición de artillería. Fue reconstruido en 1835, después de la independencia griega, procurando conservar la mayor semejanza posible con la estructura original.

El Partenón (Atenas)

Título: Partenón
Autor: Ictinos y Kalícrates (arquitectura), Fidias (supervisión y escultura)
Cronología y Estilo: Periodo clásico, siglo V a. C. (447-432 a. C.)

El Partenón era el templo principal de Atenas, que, presidiendo la Acrópolis, servía para alojar la estatua crisoelefantina de Atenea Parthenos, de ahí su nombre. Estaba dedicado a ella. El lugar elegido es el punto más elevado de la Acrópolis, colina rocosa que se levanta en medio de la llanura ática y que, desde hacía siglos, era considerada por los atenienses como lugar sagrado y dedicado al culto de sus dioses.

Fue construido por Ictinos y Kalícrates bajo la supervisión técnica de Fidias entre el 447 y el 432 a. C., durante el llamado «siglo de Oro» ateniense, bajo el gobierno de Pericles. Este templo formó parte de las labores de reconstrucción de la Acrópolis, destruida por los persas durante las Guerras Médicas, y es el máximo exponente del clasicismo griego del siglo V a. C.

El templo es considerado como una escultura y no es una obra aislada, sino relacionada con otras dentro de un conjunto de realizaciones. Se busca así la belleza del templo dentro de la visión paisajística del conjunto. Nos encontramos ante una obra religiosa de primer orden. Este templo fue construido con mármol siguiendo las características del orden dórico (columnas carentes de basa, fustes recorridos por 20 estrías, capitel compuesto por equino y ábaco, y arquitrabe dividido en triglifos y metopas).

El Partenón se asienta sobre la base de un templo hexástilo que estaba en construcción en el 480 a. C. El resultado es un templo de proporciones regulares, siendo el doble de largo que de ancho, con ocho columnas en sus lados más cortos; por ello podemos categorizarlo como un templo octástilo. Las columnas recorren sus cuatro lados (templo períptero), y seis columnas preceden a la pronaos. De la pronaos accedemos a la cella, que se encontraba dividida en tres naves con columnas superpuestas para ganar la altura necesaria para alojar la estatua de 12 m de altura de la diosa. En cuanto a la decoración, en las metopas aparecen temas de mitos y leyendas para celebrar el triunfo de las fuerzas del orden y la civilización sobre el caos. Hay correcciones ópticas que lo convierten en una obra maestra de la arquitectura griega.

El Erecteion (Atenas)

Título: Erecteion
Autor: Mnesicles
Cronología: Siglo V a. C.
Estilo: Arte griego

Nos encontramos ante un templo complejo y original que debía levantarse en un recinto donde se realizaban cultos antiguos y se conservaban los dones milagrosos que habían hecho los dioses Poseidón y Atenea en su disputa por el dominio de Atenas. Por lo tanto, la función de este edificio era religiosa. El Erecteion está considerado uno de los templos de planta más compleja y refinada de la arquitectura religiosa griega. La necesidad de adaptarse a un terreno irregular en altura y de respetar el olivo y la fuente sagrada obligó al arquitecto a apartarse de las plantas tradicionales. En realidad nos encontramos ante dos templos unidos.

Por un lado estaría el templo dedicado a Atenea, que presenta un pórtico hexástilo de esbeltas columnas de orden jónico. Desde dicho pórtico se accede a una única cella rectangular donde se rendía culto a una estatua que representaba a Atenea Polias. Este primer templo no se comunica con el segundo, que se sitúa a su espalda y cuyo acceso se hace a través de un pórtico tetrástilo, también de orden jónico. Una vez atravesado el pórtico se accede a una cella dedicada a Poseidón que comunica, en ángulo recto, con una cella doble. Además, desde el pórtico se accedía al recinto, donde se encontraban el olivo sagrado y la fuente natural. Desde la pronaos también se accedía a la famosa tribuna de las Cariátides, que se caracterizaba por sus esculturas femeninas que hacían la función de columnas. El edificio está rodeado por un entablamento que consta de arquitrabe formado por tres franjas superpuestas, friso con un relieve continuo y cornisa similar a la dórica. Tenía frontón y cubierta a dos aguas.

Destaca la evolución del estilo jónico, visible en la esbeltez de las columnas y el refinamiento de la decoración escultórica. El resultado final se caracteriza por una serie de soluciones parcialmente brillantes dentro de un conjunto que, sin embargo, es incoherente.

Escultura

Discóbolo

Autor: Mirón
Cronología: Siglo V a. C. (Periodo Clásico)
Estilo: Arte griego

El primer escultor del clasicismo fue Mirón, un broncista cuya obra maestra es el Discóbolo. Pese a que algunos escritores romanos consideraban que el Discóbolo era una obra artificiosa, es indudable que Mirón dio un paso importante en la representación del movimiento. Otra de sus obras fue el grupo de Atenea y Marsias.

La escultura que comentamos, de bulto redondo, representa a un atleta en el momento de lanzar el disco. El hecho de haber elegido este momento para la representación del atleta, y no el del reposo, característico de los Kuroi de época arcaica, muestra ya el camino emprendido por la escultura griega hacia un mayor movimiento.

Es el movimiento y la captación de un momento fugaz las principales características de este escultor, que trabajó el bronce fundamentalmente. Ello hace que aparezca el atleta inclinado hacia delante, levantado al máximo el brazo derecho, con el que sostiene el disco que va a lanzar, mientras deja caer el peso en la pierna derecha, retrasando la izquierda. Ello genera una composición en zig-zag. Por otro lado, el escultor muestra un mayor naturalismo en la representación de la anatomía, en la representación de los músculos en tensión del cuerpo del atleta. Contrasta la tensión de los músculos de las piernas y los hombros con la fría seriedad del rostro, como si el esfuerzo no afectase a la expresión. Así, frente al hieratismo y las formas planas de la escultura de época arcaica, esta obra muestra ya un conocimiento de la anatomía por parte del escultor, que se refleja en los músculos en tensión del atleta, captado en el instante previo al lanzamiento del disco. Sin embargo, esta obra aún muestra ciertos rasgos de arcaísmo, como el hecho de ser una obra de marcada frontalidad, el poco desarrollo escultórico del pelo de la cabeza, pegado al cráneo, así como la falta de expresividad del rostro, en clara contradicción con la tensión del resto del cuerpo en un momento de máximo esfuerzo.

Doríforo

Título: Doríforo
Autor: Policleto
Estilo y Período: Periodo Clásico del arte griego (siglos V-IV a. C.)

Otro autor también incluido en este periodo clásico es Policleto, que también fue un famoso broncista. Se basó en la obra del Kanon para reproducir fielmente el Doríforo (según él, la belleza máxima se consigue con una altura total del cuerpo igual a siete cabezas).

Nos encontramos ante una obra escultórica de bulto redondo, realizada en mármol, aunque la obra original era en bronce. Representa a un hombre joven, aunque no adolescente, desnudo, en actitud de avanzar, con el brazo izquierdo flexionado, pues portaba una lanza que se ha perdido. Esta obra supone la encarnación más pura del prototipo del cuerpo viril perfecto, de elegancia austera, sin formas hercúleas. El contraste, por un lado, del torso contraído y, por otro, del extendido, da al cuerpo un aspecto de dinámico equilibrio muy diferente a la simetría estática de los kuroi, cuyos lados derecho e izquierdo son básicamente exactos el uno del otro. La alternancia de miembros tensos y relajados, combinada con un torso amoldable, se denomina contrapposto.

Hay una mayor perfección técnica en la anatomía, buscando ese realismo que va a imperar en el periodo clásico. El Doríforo aún mantiene algún resabio de arcaísmo: los pectorales son planos y las líneas de la cintura y de la cadera están muy marcadas. Introduce la técnica de la gravitación sobre una pierna. Se representa el Doríforo en actitud de avanzar; una pausa momentánea une la estabilidad al sentido del movimiento en potencia. Es una acción con mucha menos fuerza que la del Discóbolo de Mirón, pero el torso responde plenamente a ella. Por otro lado, la inclinación hacia la derecha de la cabeza del Doríforo supone la ruptura del punto de vista único que tenían las esculturas arcaicas. Se suele repetir que el Doríforo da forma a la máxima aspiración de los escultores griegos.

Atenea Parthenos

Autor: Fidias
Fecha: 448 a. C.
Estilo: Arte griego

El gran escultor del periodo clásico va a ser Fidias: encargado de decorar el gran templo griego por excelencia, que fue el Partenón de la Acrópolis de Atenas, no solo decoró tímpanos y metopas, sino que también hizo la escultura de Atenea Parthenos. Fidias representa la culminación del clasicismo por su maestría en el equilibrio compositivo y en la idealización de las formas, por la serena expresividad de los rostros, por la solemne majestuosidad de sus dioses, por la perfección de sus paños mojados.

Se trata de una escultura de bulto redondo, de cuerpo entero y totalmente trabajada, de Atenea con una Niké alada en su mano. Se encontraba en la cella del Partenón, que estaba dedicado a ella en agradecimiento a la victoria de los griegos sobre los persas. Realizada con placas de oro y marfil, es una escultura crisoelefantina. Esta escultura debió poseer una altura aproximada de 12 m, se encontraba en el interior del Partenón y nos muestra a la diosa guerrera Atenea, con una túnica hasta los pies, con escudo y casco, preparada para la defensa de la ciudad. La representación de una victoria alada sobre la derecha, y sobre la izquierda sostiene ese escudo donde aparecían, por un lado, relieves alusivos a las amazonas y, por otro lado, a la gigantomaquia. Atenea, en pie, apoya el peso del cuerpo sobre la pierna derecha, manteniendo la rodilla izquierda ligeramente flexionada. Su quitón (túnica) se ajusta a la cintura con un par de serpientes. Sigue el canon de proporción impuesto por Policleto en la época clásica, en la cual el cuerpo debe medir siete veces el tamaño de la cabeza. Su función era permanecer en el Partenón para venerar a la diosa Atenea. El síntoma más claro de evolución en la Atenea Parthenos es la sensación de energía que causa, como si estuviera dispuesta a moverse o actuar. Este rasgo es aportación característica de Fidias, que encontramos también en el Zeus de Olimpia.