La Misión de Jesús: Signos, Parábolas y el Establecimiento del Reino de Dios
Milagros de Jesús: Signo y Sello de su Misión
Los relatos de las acciones milagrosas de Jesús ocupan una gran parte de los evangelios, donde nos encontramos con narraciones de curaciones, exorcismos y otros hechos extraordinarios. Los especialistas, al estudiar estos relatos, advierten que los textos que han llegado hasta nosotros han sufrido ampliaciones y reelaboraciones. Sorprenden por la actitud de Jesús, la cual tiene un matiz muy especial:
- Jesús no obra milagros por sí mismos, sino que aparecen como sello y signo de su propia misión, es decir, como signos de la llegada del Reino de Dios.
- En los textos de curación, el acento está centrado en la fe del enfermo.
- Jesús nunca hace milagros por prestigio, fama o dinero.
Concepto y Sentido de las Acciones Milagrosas
Las acciones milagrosas de Jesús solo se pueden entender, en primer lugar, si se comprende la idea de milagro que tenían sus contemporáneos. La mentalidad de estos era diferente a la nuestra, pues su cultura no era científico-técnica. En el mundo antiguo, el orden de la naturaleza estaba constituido por procesos incomprensibles. La existencia de personas con poderes divinos o demoníacos era considerada como algo extraordinario.
En este contexto cultural, los milagros son SIGNOS cuyo sentido es:
- Los milagros de Jesús son signos que están puestos al servicio de la predicación del Reino de Dios y de la manifestación del perdón de Dios a los hombres. Es decir, una cosa es ser curado por Jesús y otra es reconocer en la curación la acción salvífica de Dios.
- Lo que está en juego en los milagros no es el poder de Dios frente a las leyes de la naturaleza, sino el poder “salvífico” frente al “poder maléfico de Satanás”.
- Los milagros de Jesús son obra de la bondad. Él no suele tomar la iniciativa; su actuación es respuesta a quien se presenta solo con su necesidad o su miseria. Por eso se dice que los milagros requieren la fe y conducen a la fe, es decir, requieren confianza.
La Actividad de Jesús frente a la Enfermedad
Los judíos contemporáneos de Jesús consideraban que en el origen de la enfermedad estaba Dios. De ahí que entendieran que una vida fuerte y vigorosa era una vida bendecida por Dios, mientras que la enfermedad era considerada como una maldición. El hecho de estar enfermo (como la ceguera o la lepra) tenía connotaciones negativas, haciendo de estas personas marginados por la sociedad.
Muchos tipos de enfermedades y minusvalías eran consideradas estados de impureza, es decir, no podían acercarse al Templo ni participar en el culto divino. En conclusión, en la época de Jesús, la enfermedad tenía connotaciones no solo físicas, sino también morales, sociales y religiosas que acentuaban la marginalidad del enfermo. Gran parte del sufrimiento producido por la enfermedad se debía no solo a la dolencia, sino también al aislamiento físico, a la soledad y a la imposibilidad de participar en la vida social.
Así pues, cuando Jesús cura a un enfermo o expulsa el mal que lleva dentro, está reintegrando al “pecador” a la sociedad, al Pueblo de Dios, a la salvación. Con las curaciones presenta ciertos signos:
- Signos de que el Reino de Dios está llegando y que significa que salvará a enfermos, pobres y excluidos.
- Signos para la fe. Milagros y fe van unidos. El milagro debe llevar a la fe.
- Signos que muestran que la salvación de los hombres no solo es “espiritual”. Muestra que la salvación cambia las relaciones humanas.
Las Parábolas: El Lenguaje del Reino
Las parábolas son pequeñas narraciones que hacen pensar a quienes las escuchan y que sirven para atraer la atención y el apoyo de los oyentes sobre un determinado asunto. Pueden ser:
- Parábolas que hablan de cómo es Dios (un Dios que es Padre y que quiere que todos los hombres se amen como hermanos).
- Las que presentan el carácter gratuito del Reino de Dios.
- Las que señalan que el Reino de Dios ha empezado ya, pero todavía no ha llegado a su plenitud.
- Las que hablan de la reacción que provoca el descubrimiento del Reino de Dios y que señalan cómo son los del Reino.
- Las que hablan del rechazo del Reino.
Conflicto y Confrontación con los Grupos Socio-Religiosos
Jesús enseñaba cómo entrar en la dinámica del Reino; aceptarlo implicaba una conversión de vida, criterios y valores al tratar de vivir de la forma y modo de vivir de Dios. Él no se presenta como un milagrero ni como un mago, ni para ganar prestigio. Los grupos socio-religiosos de su época eran:
- Zelotes: (Buscaban la rebelión del pueblo).
- Fariseos: (Jesús relativiza la ley que ellos defendían).
- Saduceos: (Jesús critica el tipo de culto del Templo de Jerusalén).
Actitud ante la Ley
Jesús se enfrenta al legalismo y a la visión farisea, que atribuían más importancia al exterior que al interior, lo secundario a lo esencial, convirtiendo el mensaje de Dios en leyes arduas de cumplir y de conocer. Confiaban en los propios méritos más que en el amor de Dios para alcanzar la salvación. Jesús, con gestos, parábolas y milagros, hace ver que el cumplimiento de la letra de la ley no basta si se olvida el espíritu que la inspiró.
Actitud ante el Templo
Los judíos tenían el Templo como lugar de presencia de Dios y de peregrinación. Allí se reunían los impuestos a pagar y era el almacén de diezmos y ofrendas (función de “banco central” para fieles) y lugar para realizar sacrificios para alcanzar el perdón de Dios. En este lugar se excluía de la presencia de Dios a la población enferma, pobre, pecadora o pagana. El Templo era una expresión visible de una religiosidad desviada.
El gesto profético de Jesús volcando las mesas viene a decir que el sistema cultural del Templo no es el que Dios quiere, y debe parar:
- Se debe adorar a Dios con la conducta, no con ofrendas ni sacrificios.
- Jesús es el verdadero Templo de Dios y el modo de ser y vivir.
La Pasión, Muerte y Resurrección
La Última Cena
Jesús tiene la intuición de su destino y reúne a los suyos en el marco de una cena, antes de que Judas lo traicione. Hace varios gestos simbólicos:
- Culmina toda una vida de entrega y servicio (lavatorio de pies).
- Reparte pan y vino como su cuerpo y sangre (signo de vida dada en favor de las personas por amor).
Relato de la Pasión
El gesto simbólico en el Templo es el detonante para tomar medidas contra Jesús. La Pasión fue escrita para transmitir el sentido teológico que los primeros discípulos descubrieron de la muerte de Jesús.
Etapas del Proceso:
- Arresto: Judas lo traiciona y entrega a las autoridades religiosas de Israel.
- Proceso Judío: Se llevan a Jesús al sumo sacerdote para un interrogatorio en el Sanedrín. Intervienen en la cuestión mesiánica (dice ser el Mesías) y el acontecimiento del Templo. Se debía probar si era falso y blasfemo profeta (atribuir a Dios lo que no es verdad). El Sanedrín entiende como falsa su predicación y es condenado como falso profeta por su conducta. El Sanedrín no dictaba pena de muerte, por lo que es llevado a Poncio Pilato.
- Proceso Romano: Pilato condena a Jesús a morir crucificado como un criminal, siendo flagelado y coronado con espinas. Es un tipo de muerte por asfixia y, una vez muerto, el cuerpo es colocado en un sepulcro.
La Resurrección
La muerte dejó a los discípulos desorientados hasta que en Pentecostés se les aparece el Espíritu Santo y Jesús resucitado, por lo que regresa su fe como definitiva cristiana y comprenden toda la vida de Jesús. La experiencia de la Resurrección es:
- El centro de la fe cristiana: la comprensión de que Jesús es el camino hasta Dios.
- El núcleo de la fe cristiana para el Nuevo Testamento.
Puntos Clave para el Estudio de los Relatos Evangélicos
Para el estudio y comentario de los relatos evangélicos, se recomienda seguir la siguiente estructura:
- Introducción: Hablar sobre el tema que narra.
- Contexto: Geográfico, político, dónde se realiza.
- Personajes: Jesús, discípulos, persona excluida, etc.
- Reacciones: Qué opinan los presentes.
- Reino de Dios: Medio por el que Jesús lo presenta.
- Imagen de Dios: Cómo proyecta su personalidad en la acción.
- Conclusión: Relación con la actualidad.
