La industria en España
EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN EN ESPAÑA Y SUS PRINCIPALES ETAPAS
Los antecedentes de la industrialización(siglo XIX)
Desde finales del siglo XVIII, ilustrados y reformistas alzaron su voz a favor del desarrollo y de la industrialización del país. España reunía unas condiciones favorables para la implantación de la industria, pues contaba con una producción artesanal diversa y rica, con las Reales Fábricas, con recursos minerales, etc. pero también con factores negativos como la insuficiencia energética, la escasez de recursos tecnológicos y humanos, la excesiva mentalidad rural, la ausencia de mercado interior, escaso desarrollo de una burguesía emprendedora, etc. Con todo, en la primera mitad del siglo XIX la industrialización dio comienzo con la construcción de los altos hornos de Marbella y las fábricas textiles de Cataluña.
Los inicios del despegue industrial (1900- 1936)
En España, la industrialización llegaría pero con un notable retraso y una gran dependencia tecnológica y financiera respecto a Europa.
Junto a la industria siderúrgica y textil, el logro más importante fue el tendido de una amplia red ferroviaria, construida por empresas extranjeras. La red de ferrocarriles estuvo al servicio de la explotación minera, cuya explotación también estaba en manos de empresas extranjeras, que gozaron de las facilidades que les confirió la Ley de Bases de la Minería (1868). Esta ley permitía las concesiones mineras a perpetuidad. La explotación de estas minas fue muy intensa y de ello se benefició la industria europea.
España era el primer país productor de hierro, que se exportaba en su mayor parte a Gran Bretaña desde el puerto de Bilbao. Los barcos aprovecharon el flete de retorno para importar el carbón que permitió el desarrollo de la siderurgia vasca en detrimento de los núcleos siderúrgicos de otros lugares como Málaga o Asturias.
La producción industrial española estuvo muy orientada hacia los bienes de consumo y sustentada, en gran medida, en las industrias siderúrgica, metalúrgica y textil.
El mapa industrial comenzó a adquirir unos trazados nítidos en los que ya se advertía la polarización en torno a Vizcaya, Barcelona y Madrid.
Durante el primer tercio del siglo XX, la industria española se afianzó notablemente gracias a la protección arancelaria y se consolidaron sectores industriales como el metalúrgico, el textil o el químico, impulsados por el crecimiento de la demanda y la consolidación del mercado interior. El proceso de industrialización conoció los efectos positivos de la repatriación de capitales tras la pérdida de las colonias y de los beneficios comerciales derivados de la Primera Guerra Mundial, esta permitió el incremento de las exportaciones agrarias industriales a los países beligerantes. La productividad industrial mejoró y se dio un considerable impulso a la construcción de obras públicas durante la dictadura de Primo de Rivera, particularmente de carreteras, que resultó fundamental para la conexión de los mercados interiores. Se consolidaron los focos anteriores, de modo que empezaron a manifestarse los desequilibrios territoriales que alcanzarían su plenitud en las décadas posteriores.
La reconstrucción industrial de la posguerra (1939-1959)
La Guerra Civil truncó la fase expansiva de la industria española. A su finalización hubo que afrontar la reconstrucción, la recuperación económica y la puesta en práctica de una política industrial que viniera a resolver las graves carencias del momento, lo cual se abordó en un contexto de autarquía, es decir, de autosuficiencia económica.
En 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), con una fuerte participación de capital estatal en los sectores básicos de la industria (siderurgia, naval, petroquímica). A partir de 1950 la situación fue cambiando y se logró una cierta recuperación en los niveles de renta, mejoró la situación en la posguerra y la economía española encontró cierto alivio a partir de las negociaciones con Estados Unidos y del ingreso en la ONU. Se puso fin al aislamiento y España se integró gradualmente en la economía internacional, al tiempo que la falta de capital fue suplida por las inversiones extranjeras que comenzaron a llegar.
La nueva estructura industrial se caracterizó por la dualidad, es decir, por la existencia de un sector dominado por la gran empresa de capital público (Unión FENOSA, Endesa,…), pertenecientes al INI, orientadas a la producción de bienes y equipo, y otro sector integrado por la pequeña y mediana empresa de capital privado (PYMES), dedicado a las industrias de transformación y de bienes de consumo.
Desde un punto de vista espacial, la política industrial favoreció la consolidacióndelas tradicionales regiones industriales Cataluña, País Vasco y Madrid en perjuicio de otras que se configuraban como áreas subdesarrolladas.
El impulso industrializador (1959-1975)
El modelo vigente hasta entonces acusaba graves deficiencias así que en 1959 se puso en marcha el llamado Plan de Estabilización, para abordar el desarrollo económico e industrial. El período entre 1959 y 1975 supuso un crecimiento económico sin precedentes. El Estado puso en funcionamiento los Planes de Desarrollo y una política regional basada en la promoción de nuevos polos de desarrollo (Huelva, Córdoba, Granada y Burgos)
A pesar de que los Planes de Desarrollo no dieron los resultados previstos, se consiguieron algunos objetivos: el PIB se elevó y se alcanzó un alto grado de diversificación industrial, aunque siguió acusando los efectos negativos de una gran dependencia tecnológica, de las importaciones y de una inadecuada estructura empresarial.
El desarrollo industrial de los años 1960 se localizó en las regiones que tenían mayor tradición industrial y en sus áreas adyacentes, lo cual agravó los desequilibrios regionales. Se generó una dicotomía entre los tres espacios más industrializados(Cataluña, País Vasco y Madrid) y otros como la Meseta, Galicia, Extremadura y Andalucía una profunda ruralización.
1.5. Crisis y reestructuración de la industria española. (1975-1985)
A partir de la crisis del petróleo de 1973 que afectó al mundo la industria española experimentó una profunda crisis debido a su gran dependencia energética. Esta crisis coincidió con la Transición Democrática que acentúo el retraimiento industrial a la espera de la evolución política.
Para salir de la crisis a partir de 1984 se tomaron las siguientes medidas:
A. Reconversión Industrial. Se llevó a cabo sobre los sectores maduros de la industria: siderurgia, construcción naval, industria textil, etc. Con ella se pretendía racionalizar la producción industrial, sanear las finanzas, adecuar el tamaño, modernizar la industria, adoptar nuevos sistemas de gestión, etc. En buena medida, la reconversión afectó a las grandes empresas creadas en la etapa desarrollista.
Una segunda dimensión de la reconversión fue la apuesta por los sectores más dinámicos, como las industrias de automoción,química y agroalimentarias, y de alta tecnología, de gran importancia para el futuro.
Los procesos de reconversión industrial resultaron eficaces, aunque no en la medida que se pretendió en un primer momento, pues al llevarlos a la práctica aumentó el paro como consecuencia de las reducciones de plantilla que exigían los planes de viabilidad.
B. Reindustrialización. Para lo que se crearon las Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR). Los nuevos planes pretendían recomponer el tejido industrial sobre las bases de la modernización tecnológica y de la implantación de nuevas actividades de futuro. Se delimitaron siete zonas localizadas en Galicia (El Ferrol y Vigo), Asturias, País Vasco (área metropolitana de Bilbao), Andalucía (Cádiz), Cataluña (área metropolitana de Barcelona) y Madrid.
En conjunto, puede decirse que no dieron todos los resultados esperados, pues concentraron la inversión en Madrid y Barcelona y agravaron los desequilibrios.
Las directrices de actuación comunitarias y la globalización (1986-Actualidad)
España se integraba en la CEE en 1986, y las condiciones de ingreso forzaron una nueva reconversión industrial Entre las directrices marcadas destacamos: invertir en proyectos de modernización tecnológica, apoyar a la PYMES, fomentar y aumentar la investigación (I+D), y liberalizar la industria. Por ello, el INI tuvo que modificar sus funciones, se inició un proceso de privatización de las principales industrias nacionales (SEAT, IBERIA, Endesa, Repsol, Telefónica…) y algunas empresas poco productivas y competitivas tuvieron que cerrar como los Altos Hornos de Vizcaya y los de Sagunto.
El proceso de globalización actual ha influido también en nuestra industria, que se ve afectada por la deslocalización industrial gracias al abaratamiento de los transportes y a la existencia de zonas económicas especiales o zonas francas en determinados países que favorecen y estimulan las inversiones con exenciones fiscales, derechos aduaneros etc. Empresas industriales españolas como ZARA, Adolfo Domínguez, han trasladado sus fábricas de confección hacia países del norte de África o Asia. Asistimos además a una concentración empresarial, multinacionales extranjeras que realizan en nuestro país parte de los procesos productivos, como en el sector automovilístico, el ensamblaje de piezas y el montaje final.
La crisis actual ha afectado también al sector industrial, aumentan el cierre de fábricas, los despidos, las regulaciones de empleo (ERE) y la búsqueda de nuevas ubicaciones más rentables fuera de España.
Actualmente, el sector industrial español presenta una serie de problemas estructurales: el predominio de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), más del 90% de las empresas tienen menos de 500 trabajadores, y de estas tres cuartas partes tienen menos de 50; la deficiente inversión en investigación y desarrollo (I+D) y la excesiva dependencia tecnológica y energética exterior.
FACTORES DE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL
Los factores que condicionan la actividad industrial son las materias primas y las fuentes de energía.
A. Materias primas. Son los recursos naturales usados en la transformación, son de naturaleza variada y han sido factor clave de localización industrial. Las materias primas se clasifican en las:
a. De origen mineral. Se encuentran en la superficie terrestre. Se concentran en yacimientos y su extracción se realiza canteras o minas. Encontramos cuatro grandes grupos:
_ Minerales energéticos: son fuentes de energía (carbón, uranio).
_ Minerales metálicos: se destinan a industrias metalúrgicas, químicas y de transformación (hierro, cobre, oro, plata, cinc,….). Los yacimientos se encuentran en el zócalo paleozoico y los rebordes alpinos
_ Minerales no metálicos: se usan en la construcción y la industria química. España puede exportar al tener una producción variada (cuarzo, arcilla, caolín,….)
_ Rocas industriales: se explotan en canteras (areniscas, mármol, granito, pizarra). Ofrece dispersión geográfica que coincide con el mapa litológico. Se destinan a la construcción
b. De origen orgánico. Entre ellas encontramos:
_ Animal o vegetal: lana, leche, lino, girasol,….algunas de ellas han tenido mucha importancia en la industrialización contemporánea.
_ Forestal: abastecen la demanda de gran cantidad de madera, de la que carece España.
B. Fuentes de energía. La energía es la fuerza que se transforma en trabajo mecánico. Las materias minerales que se convierten en energía son las fuentes de energía que se clasifican en renovables cuyo uso no compromete su existencia y no renovables, su uso conlleva su desaparición. En España se utilizan o producen las siguientes:
– Carbón. Se localiza en N. y S. de la Cordillera Cantábrica (Asturias, León, Palencia); SO de la Meseta (Peñarroya-Pueblonuevo) y Sistema Ibérico (Teruel). Su producción es insuficiente.
– Petróleo. Es la primera fuente de energía y debemos importarlo. Debido a la fuerte dependencia exterior se intensifica su búsqueda en suelo nacional con cierta frustración ya que las condiciones geológicas de España no propician su formación. A pesar de ello se han encontrado yacimientos muy poco rentables en Burgos y Tarragona, y existen ciertas expectativas en la plataforma costera de Fuerteventura.
– Uranio. Es el mineral energético más abundante en España. Se encuentra en las penillanuras occidentales de la meseta (Badajoz, Salamanca). Se utiliza para energía térmica. España cuenta con algunas centrales nucleares pero desde 1984 el gobierno prohíbe la construcción de nuevas por motivos de seguridad y los problemas derivados del almacenamiento de los residuos.
– Gas natural. Es una energía limpia y barata. Nuestro país produce poco gas (Vizcaya, marismas de Huelva) por lo que tiene que importarlo de Argelia, Libia y de Europa a través de una red de gasoductos.
– Energía hidráulica. Es una energía renovable. El agua de cada cuenca depende del clima, por lo que el máximo potencial energético está en el Norte y el mínimo en el Sur y Este.
– Energía eólica. Aprovecha la fuerza del viento. Los aerogeneradores se encuentran distribuidos por toda la geografía española aunque hay una cierta concentración en Tarifa, Finisterre, Valle del Ebro y Canarias Se usa para obtener para electricidad o energía mecánica.
– Solar. Se aplica a la producción de calor y electricidad (fotovoltaica). Sus mayores recursos están en la mitad peninsular y Canarias
– Biomasa, energía obtenida por la combustión de residuos agrarios, forestales o industriales.
– Geotérmica, energía calorífica que se desprende de las aguas termales subterráneas, se utiliza para calefacción.
– Mareomotriz, utiliza la fuerza de las mareas, está en experimentación en España.
3. PRINCIPALES SECTORES INDUSTRIALES
Las actividades industriales se agrupan en torno a sectores que se identifican por el destino final de los bienes producidos o de acuerdo con la naturaleza u origen de las materias primas utilizadas.
Según el primer criterio, distinguimos entre industrias de base, de bienes de equipo y de bienes de uso y consumo.
Las industrias de base. Ocupan el primer eslabón en la cadena industrial, pues transforman las materias primas en productos semielaborados que, a su vez, son empleados como materia prima por otras industrias. Un buen ejemplo serían las industrias siderúrgica y petroquímica.
Las industrias de bienes de equipo producen bienes de equipo, máquinas o herramientas, que son utilizadas por otras industrias (maquinaria)
Las industrias de bienes de uso y consumo transforman materias con distinto grado de elaboración o productos diversos en bienes que son usados o consumidos directamente por la población (textil, agroalimentaria,…)
Asimismo, los sectores industriales pueden establecerse considerando sus características generales; de este modo, distinguimos entre los sectores industriales tradicionales, los sectores dinámicos y los sectores de vanguardia.
SECTORES TRADICIONALES
Entre los sectores tradicionales de la industria española incluimos aquellos que tuvieron una importancia capital en todo el proceso de industrialización contemporánea y que se relaciona con los metales.
-Metalurgia. Constituye uno de los principales sectores de la industria española .La metalurgia más destacada es la del hierro, es decir, la siderurgia, en sus dos modalidades: la siderurgia integral, que obtiene acero en los altos hornos a partir del mineral de hierro, y la no integral, que lo obtiene en hornos eléctricos a partir de la refundición de la chatarra.
La industria siderúrgica integral se consolidó en el País Vasco, para luego extenderse al Mediterráneo (Altos Hornos del Mediterráneo) y a Asturias (ENSIDESA). Tuvo un gran impulso en las actuaciones llevadas a cabo por el INI, que construyó grandes acerías explotadas por empresas públicas. Estaba sobredimensionada en relación a las necesidades españolas, causa principal de su crisis, por lo que fue necesaria una reconversión que tuvo importantes repercusiones sociales.
La siderurgia no integral, responde a una estructura empresarial de menor tamaño y su ámbito de implantación se extiende también a Navarra, Asturias y Cataluña.
Muy relacionada con la industria siderúrgica está la de transformados metálicos, que fabrica una gama de productos que abarca desde la ferretería hasta la maquinaria; va asociada a las PYMES y tiene una mayor dispersión espacial, aunque se localiza preferentemente en los tres hogares clásicos de la industria española: País Vasco, Cataluña y Madrid.
– Fabricación de electrodomésticos. Ha alcanzado una significación extraordinaria por su condición de abastecedora de bienes de uso a los hogares modernos. Su expansión fue paralela a las transformaciones experimentadas por la sociedad en los años 60, a la adopción de nuevas fuentes de energía para uso doméstico (gas butano, gas propano, gas natural) y a la generalización de la industria del frío. En principio, fue una industria muy atomizada en empresas de tamaño medio, aunque después sería reestructurada mediante procesos de concentración industrial.
-Construcción naval. Los buques se construyen en instalaciones denominadas astilleros. Por iniciativa del INI se construyeron grandes astilleros en enclaves significativos del litoral (Ferrol, Cádiz). Su estructura empresarial era la de grandes empresas públicas (ASTANO, Empresa Nacional Bazán) especializadas en la construcción de buques petroleros y graneros, y con los cuales España ocupó un lugar de privilegio en la lista de países constructores. Además de los grandes astilleros, existen empresas de menor tamaño dedicadas a la construcción de barcos de pesca o de recreo.
La crisis del petróleo afectó a esta industria naval y a partir de 1990 descendió la construcción de barcos. El sector ha sufrido una dura reconversión industrial.
-Industria textil, del cuero y del calzado. Son, igualmente muy importantes en el tejido industrial español. La industria textil catalana constituyó uno de los pilares de la industrialización, aunque con el correr de los tiempos experimentó cambios profundos, unos relacionados con la sustitución de las fibras orgánicas (lana, lino, algodón) por fibras de origen químico, y otros relacionados con la reestructuración de las empresas, que han aumentado de tamaño al concentrarse multitud de pequeñas fábricas en unidades de producción más competitivas.
La industria de la confección es una rama derivada de la industria textil que ha surgido a medida que la población demanda confecciones en lugar de tejidos. Está formada por un enjambre de pequeñas industrias que, al igual que la industria del calzado y el cuero, se encuentra muy dispersa, aunque se extiende, sobre todo por las regiones mediterráneas.
SECTORES DINÁMICOS.
Otros sectores industriales, como los de automoción, químico y agroalimentario, presentan un mayor dinamismo, que procede de su condición de abastecedores de bienes y productos absolutamente imprescindibles en el funcionamiento de la propia sociedad industrial. Por lo general, son actividades con un alto componente tecnológico, tributarias de grandes inversiones y capital multinacional, y de grandes instalaciones fabriles.
-Sector del automóvil .Se desarrolló en España en la década de 1960 y prosperó bajo la protección estatal y al amparo de las inversiones realizadas por grandes marcas multinacionales y por el INI. España cuenta con importantes plantas de fabricación de automóviles distribuida por toda la geografía nacional (Madrid, Barcelona, Zaragoza, etc.) y es uno de los sectores exportadores de nuestra economía. La industria automovilística sufrió los efectos de la reconversión, que estuvo muy centrada en el saneamiento técnico y financiero, que fue posible con el concurso de inversiones extranjeras y estatales.
– Sector químico. Se articula en torno a: la petroquímica que constituye la química de base, que se lleva a cabo en grandes complejos industriales, por lo general asociados a las refinerías de petróleo (Huelva, Algeciras, Cartagena, etc.) Es tributaria de grandes capitales, por lo común extranjeros; y la industria química de transformación que obtiene productos diversos, como pinturas, fertilizantes, etc., que se elaboran en establecimientos fabriles de mucho menor tamaño. Estos tienen un alto grado de dispersión espacial, aunque su localización preferente coincida con las regiones más industrializadas del país: País Vasco, litoral catalán y en el área metropolitana de Madrid.
-Sector agroalimentario. Ha irrumpido con fuerza en las sociedades modernas. Consiste en un proceso de transformación de los productos agrarios impuesto por la disociación entre zonas productoras y consumidoras. Es un sector que se caracteriza por la diversidad en cuanto a la naturaleza de los productos, los procesos de transformación, la estructura empresarial, la distribución geográfica de las fábricas, etc. En general, predominan las fabricas pequeñas y medianas que coinciden en su mayoría con las áreas de regadío, aunque también se han establecido grandes empresas multinacionales, cuya presencia podría ser muy importante en ramas como la de los derivados lácteos, la del aceite, la del azúcar, etc.
3.3. INDUSTRIA PUNTA O DE VANGUARDIA.
A la vanguardia de la industria y con una clara proyección de futuro se hallan los sectores de tecnología punta, que aportan descubrimientos, nuevos materiales, sistemas y medios para la mejora de la producción industrial. Su importancia radica en el valor que ha alcanzado la tecnología en el mundo contemporáneo, Se trata de industrias de alta tecnología muy vinculadas al desarrollo de los sistemas de información (microelectrónica, telecomunicaciones, informática) y la electrónica (automatización, energías renovables, biotecnología, laser, … )
LA CONSTRUCCIÓN
Tiene una gran importancia en la economía española, aunque con la crisis relacionada con la burbuja inmobiliaria desde el 2006 ha sufrido un retroceso importante. La construcción provoca el crecimiento de un importante subsector de la industria, el de los materiales de construcción (cemento, azulejos, ladrillo,…); además, tiene un gran efecto multiplicador puesto que impulsa la demanda de otros subsectores industriales y genera una variedad de actividades terciarias asociadas.. Las empresas de construcción son muy numerosas y tiene importante peso en el ámbito nacional e internacional (Ferrovial, Sandos, Dragados…). Es frecuente que las grandes empresas subcontraten a pequeñas y más especializadas. El objeto de la construcción es tanto la obra civil como la vivienda.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LA INDUSTRIA EN ESPAÑA
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA DISTRIBUCIÓN
La distribución geográfica de la industria española se caracteriza principalmente por su fuerte polarización. La industria española ha tenido una tendencia muy acusada a la concentración en el País Vasco, Cataluña y Madrid. La mejora generalizada de los sistemas de transporte, la mayor accesibilidad a los mercados, y el conjunto de medidas de atracción puestas en práctica por los gobiernos regionales han propiciado la difusión espacial a partir de estas zonas industriales congestionadas hacia las áreas metropolitanas y adyacentes.
El actual mapa industrial de España es reflejo de la trayectoria seguida en las diferentes épocas y en los recientes procesos de ocupación del espacio. En él se advierten, entre otras cosas, las siguientes características:
1) Consolidación de Madrid y Barcelona como centros neurálgicos de la industria Española. Sus respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente, diversificada industria y han apostados por los sectores de alta tecnología (Parques Tecnológicos)
2) Declive de los espacios tradicionales de la industria española, particularmente los situados en la cornisa cantábrica, que se hallan en retroceso, a consecuencia de la crisis que afectó a los sectores maduros de su industria (metalurgia, petroquímica, naval).El declive ha afectado a Asturias, a Cantabria y el País Vasco, éste último empieza a recuperar las tasas de crecimiento industrial que había perdido.
3) Espacios industriales en expansión, entre los que destacamos las áreas periurbanas y los ejes de desarrollo. En numerosas ciudades españolas se han consolidado áreas periurbanasde gran importancia industrial, en las cuales las industrias se ha instalado al amparo de la proximidad a los centros urbanos, la accesibilidad a los mercados y a los centros de distribución, las facilidades de instalación, las dotaciones de suelo industrial, la situación estratégica de las vías de comunicación, etc. Estas instalaciones forman franjas o coronas que concentran industrias diversas y de variado tamaño y que suponen un espacio de transición entre la ciudad y el espacio rural (Polígonos Industriales). Los ejes de desarrollo son el resultado de los procesos de difusión espacial de la industria a lo largo de corredores que comunican áreas industrializadas; los más dinámicos son el eje del Ebro y el eje del Mediterráneo.
4) Los espacios de industrialización escasa se corresponden con las zonas interiores como Castilla-La Mancha o Extremadura de manifiesta escasez industrial debido a su baja densidad de población y a la ausencia de tradición industrial.
4.1. ÁREAS INDUSTRIALES
Podemos diferenciar así en España cuatro tipos básicos de áreas industriales:
Áreas desarrolladas. Se localizan en Madrid y Barcelona, y se caracterizan por:
Son grandes áreas metropolitanas que se expanden por las principales carreteras, formando corredores industriales y áreas de alta densidad industrial
Tienen una gran diversificación pectoral
Su industria se ha terciarizado
Hay una concentración de proyectos de I+D
Existe un amplio mercado de consumo y trabajo
Cuentan con una amplia red de servicios financieros y sedes empresariales
Disponen de Parques Tecnológicos
En Madrid y Barcelona se ha producido un proceso contradictorio, por un lado, al ser antiguos centros de industrialización, han sufrido una fuerte reconversión, pero por otro lado, disponen de fuertes atractivos para la revitalización y crecimiento industrial de los sectores dinámicos y punta (automoción, electrónica, maquinaria, química ligera…). Ambos poseen Parques Tecnológicos y han salido con éxito de la política de reindustrialización (ZUR)
Ejes de expansión. Son aquellas zonas que cuentan con una red de autopistas que las conectan a las áreas desarrolladas, así como a otras áreas centrales de antigua industrialización (País Vasco y Valencia), y generan un tejido industrial en todo su recorrido. Se localizan en el cuadrante noreste peninsular, y entran en el área de influencia sur mediterránea europea. Se pueden distinguir dos ejes que a su vez están conectados:
Valle del Ebro. La existencia de una vía de comunicación que coincide con la depresión del Ebro y que enlaza con los focos industriales más importantes del país (País Vasco, Cataluña, Madrid), genera un corredor industrial que se asemeja a una y griega cuyo vértice central está en Zaragoza. La aglomeración industrial de País Vasco, atrae, a través de Vitoria a lo complejos industriales de Burgos, La Rioja (Rioja, Calahorra…)y Navarra (Tudela, Estella,…). En estas áreas predomina la industria agroalimentaria (conservera), la manufacturas de metales y automóvil. Zaragoza concentra la mayor parte de la capacidad industrial de Aragón, es sede de la multinacional General Motors, y es el nodo principal de comunicación entre el norte, centro y este peninsular.
La fachada mediterránea. Comprende el eje que va desde Girona a Cartagena (Cataluña, Comunidad Valenciana, Región de Murcia e Islas Baleares). Se caracteriza por una variada gama de producciones y un predominio de industrias tradicionales. En la comunidad Valenciana destacan el calzado, la madera y muebles, cerámica industrial (Castellón), alimentación (Jijona), juguetes (Ibi), textil y papelera (Alcoy) y automoción (Almussafes), y cuenta también con un Parque Tecnológico. En Baleares destaca la industria de calzado y bisutería. En Murcia, la agroalimentaria (Valle del Segura) y las petroquímica y química (Cartagena). Al ser ejes de ejes de expansión con gran diversificación industrial, han respondido bien a los planes de Reconversión (siderurgia de Sagunto y cementeras de Valencia, astilleros de Cartagena)
Áreas en declive. Son aquellas que se han visto afectadas por la reconversión Industrial.
Su excesiva especialización y dependencia de la siderurgia, astilleros, química y metalurgia de base ha sido determinante. Se concentran sobre todo en el norte peninsular (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) y en algunos enclaves aislados como la Bahía de Cádiz, Ponferrada, Riotinto, Almadén y Puertollano. De todas estas áreas en crisis sólo el País Vasco por su tradición industrial y su situación estratégica (conectado al eje del Ebro) ha experimentado una revitalización por sus inversiones en I+D y diversificación industrial.
Focos industriales dispersos. Se trata de enclaves distribuidos por el territorio
nacional que fueron objeto en los años sesenta de la planificación industrial promovida por los Planes de Desarrollo. Presentan características heterogéneas. En Castilla y León destaca el eje formado por las capitales de Valladolid-Palencia-Burgos-Miranda del Ebro, que enlaza con el eje del Ebro. En Castilla-la Mancha, los focos se concentran en la periferia madrileña que han actuado como polígonos de descongestión de la capital (Toledo, Guadalajara y Talavera de la Reina) o del área de influencia levantina (Almansa y Albacete). En Andalucía destaca Sevilla y Málaga, que actúan como ejes de expansión industrial a escala regional sobre el resto de las capitales andaluzas. En Extremadura sobresale el eje Badajoz-Zafra.