Desde los alimentos crudos a las comidas ya preparadas y cocinadas.

Los alimentos crudos, por ejemplo, carnes, pescado, mariscos, huevos y hortalizas, pueden contener bacterias patógenas procedentes del suelo, intestinos de los animales sacrificados, etc. Estas bacterias, pueden pasar a través de superficies, utensilios y manos de los manipuladores a los productos ya elaborados, contaminándolos y provocando intoxicaciones alimentarias.

Por ejemplo, las tablas sobre las que cortamos las materias primas, así como los cuchillos empelados, se contaminan con los gérmenes presentes en las materias primas. Estos gérmenes que ahora están sobre la tabla o el (más…)