La Contaminación Cruzada
Desde los alimentos crudos a las comidas ya preparadas y cocinadas.
Los alimentos crudos, por ejemplo, carnes, pescado, mariscos, huevos y hortalizas, pueden contener bacterias patógenas procedentes del suelo, intestinos de los animales sacrificados, etc. Estas bacterias, pueden pasar a través de superficies, utensilios y manos de los manipuladores a los productos ya elaborados, contaminándolos y provocando intoxicaciones alimentarias.
Por ejemplo, las tablas sobre las que cortamos las materias primas, así como los cuchillos empelados, se contaminan con los gérmenes presentes en las materias primas. Estos gérmenes que ahora están sobre la tabla o el cuchillo pasan a los productos intermedios y finales.
Para ello, es importante que los establecimientos dispongan de un local o espacio reservado exclusivamente a la recepción, selección, preparación y limpieza de materias primas.
En caso de no poseerlo, estas operaciones y las de elaboración de comidas, podrán realizarse en el mismo espacio, siempre que se hagan escalonadas en el tiempo y separadas por operaciones de limpieza y desinfección de las superficies y útiles de trabajo en contacto con los alimentos.