Turismo en España: Tipología y Caracterización
La infraestructura turística española es extraordinaria y constituye su principal patrimonio frente a posibles competidores. Ésta cuenta con numerosos hoteles que ofrecen plazas de alojamiento que se completan con las plazas de camping, apartamentos, etc. Su distribución geográfica es desigual por comunidades autónomas y comarcas; se da una especial concentración en los espacios insulares y litorales, los más demandados por el modelo turístico.
Tipología de modelos turísticos de España
Según el tipo de actividad turística podemos clasificarlos de la siguiente forma:
-
Cultural. Motivado por el deseo de ampliar conocimientos, asistir a actos culturales (monumentos, exposiciones, museos), etc.
- Ecológico. Visita de espacios culturales poco esperados por la acción del hombre. Puede tener fines educativos.
- Religioso. Peregrinaciones, santuarios, viajes para asistir a celebraciones religiosas, etc.
- De salud. Enfocada a la curación mediante las asistencias a centros especializados, como balnearios.
- Deportivo. Dirigido a la práctica de deportes, ya sean de aventura, tradicionales, acontecimientos deportivos, etc.
- De sol y playa. Centrado en las zonas costeras en época de verano.
- De nieve. Dirigido a la zona de montaña en época de invierno.
- Rural. Enfocado a alejarse de la vida urbana y acercarse a la vida rural.
-
De negocios. Efectuados por motivos comerciales, profesionales, etc.
Caracterización
El modelo turístico que se ha consolidado en España tiene como principales caracteres: la procedencia internacional de los visitantes, su condición de turismo de masas y el concretar sus demandas en el disfrute de sol y playa.
-
Los países emisores son los integrantes de la Unión Europea. Destacan Reino Unido, Francia y Alemania. Les siguen los países nórdicos y Portugal. Algunos países que en otro tiempo tuvieron gran importancia han retrocedido, como Japón.
- El turismo predominante responde al modelo de sol y playa. Es un turismo que busca evasión, ocio y descanso. Su calendario de vacaciones está condicionado por la temporada de baños y las fechas de las vacaciones laborales y escolares; estas circunstancias son responsables de la acusadísima estacionalidad que se manifiesta en la saturación del transporte y hotelería en los meses de julio y agosto.
- Progresivamente, se ha ido incorporando a este modelo el turismo nacional, de manera que muchas playas registran una concurrencia equilibrada entre extranjeros y españoles.
-
El turismo de personas jubiladas, nacionales y extranjeras, que alternan su estancia en el litoral con la residencia en el domicilio habitual, contribuyen a la ocupación hotelera en temporada baja y la estabilidad del empleo.
Estas circunstancias llevan a una tendencia cada vez más manifiesta a fraccionar el tiempo de vacaciones en distintos períodos (primavera, verano, Navidad, etc.) y ocuparlo en distintas modalidades, contribuyendo a fijar nuevos destinos turísticos y a atenuar la estacionalidad de la demanda.