La Cultura en Filosofía (I)
La Cultura tiene un carácter universal
Es una de las características que definen a la cultura. La cultura es un conjunto de objetos, instrumentos, técnicas, conocimientos, creencias, ideas, valores y modos de una sociedad. Es un diseño general de vida colectiva, por lo tanto, la cultura tiene un carácter universal porque todas las poblaciones humanas tienen cultura, así, ésta se convierte en una conquista generalizada o universal del género Homo. La aparición y evolución cultural es el resultado del proceso de humanización, por lo tanto, se considera la cultura como una segunda naturaleza humana, ya que la supervivencia de la especie ha dependido de la existencia de la cultura.
El hombre es un ser constitutivamente cultural y va unido al de sociedad, ya que todas las sociedades humanas, desde la más primitiva a la más avanzada, tienen una cultura.
La Cultura es aprendida
Es otra de las características de la cultura, que siempre es aprendida, es diferente del término naturaleza. El color de pelo o de ojos que predomina en una sociedad, por ejemplo, no es un hecho cultural; tampoco el hecho de comer o beber determinados alimentos. Es natural lo que se nace con ello, mientras que lo que identifica una cultura es que sus características, sus rasgos o sus elementos son aprendidos.
Por otro lado, el aprendizaje no es una característica exclusiva del hombre, ya que muchas formas de aprendizaje las compartimos con los animales, (imitación, técnicas de caza, posición jerárquica del grupo..) lo importante, lo característico del aprendizaje cultural, es su carácter simbólico y depende de la capacidad que ha desarrollado exclusivamente el hombre de utilizar sistemas de símbolos.
La Cultura posee un carácter simbólico
Un símbolo es un signo que no tiene relación necesaria o natural sino convencional, es el resultado de un acuerdo con la realidad a la que representa, es algo que se relaciona artificialmente, por ejemplo una bandera, un código de señales de humo, un tótem…cada cultura tiene los suyos.
Se considera la cultura como un conjunto de sistemas simbólicos o significativos, cuyo sistema último de referencia es el lenguaje.
Entre todos los sistemas simbólicos del ser humano, el principal es el lenguaje, puesto que todos los sistemas simbólicos de una cultura finalmente se traducen a símbolos lingüísticos. Es el lenguaje, la inteligencia simbólica, la que hizo posible la proliferación de elementos culturales con un significado simbólico o convencional, de ahí la diversificación de las culturas y los lenguajes.
La Cultura es compartida por una sociedad. Pero ¿es uniforme?
Que una cultura sea compartida no significa que sea uniforme. La discontinuidad cultural en una sociedad queda reflejada en los conceptos de subcultura y contracultura.
Subcultura
Definimos subcultura como el conjunto de características culturales que son compatibles con el núcleo común de una cultura, pero que presentan diferencias significativas. Por ejemplo, los grupos de emigrantes en España, ellos se integran en nuestra cultura pero tienen características propias.
Los sociológos hablan incluso de subculturas asociadas a la profesión (subcultura de los médicos o los mineros), a la edad, (subcultura de los jóvenes), a la religión o a la clase social, etc.
Contracultura
Podemos definir contracultura como aquellas subculturas que son manifiestamente discrepantes o desafiantes con el núcleo común o compartido de una cultura. Por ejemplo, la delincuencia organizada, los grupos terroristas, las pandillas violentas, los grupos antisistema, etc.
La Cultura es plural
Decimos que es plural porque desde las primitivas manifestaciones culturales, la cultura se ha caracterizado por su tendencia a la variedad de rasgos, complejos e instituciones.
Cada sociedad ha tenido y tiene su propia cultura que se diferencia en mayor o menor medida de la que tienen y comparten con otras.
La pluralidad cultural se basa en el carácter adaptativo y arbitrario de la cultura. Por adaptativo queremos decir que unas características culturales y no otras, permiten a una población sobrevivir en su medio ambiente. Por ejemplo, el enamoramiento, el noviazgo, el matrimonio o los ritos fúnebres pueden ser funcionales en la sociedad europea, pero no en la hindú o en la árabe.
Por arbitrario decimos que no hay unas características culturales que puedan ser consideradas más naturales que otras. Todos los rasgos culturales son el resultado de un acuerdo colectivo. El relativismo cultural no impide que podamos y debamos valorar desde un punto de vista ético y político la superioridad de unos rasgos, complejos e instituciones sobre otros. Por ejemplo, comer carne de perro en la cultura china es algo considerado como un manjar, un deleite, para nosotros es algo horrible, casi aberrante.
La Cultura tiene un carácter normativo
Decimos que la cultura es de carácter normativo porque nos dice cómo se deben hacer las cosas, es decir, suministra pautas de acción o patrones ideales de conducta, es un sistema completo de normas establecidas que comparten los miembros de una sociedad. Esas normas son de muchas clases e implican distinto grado de obligación y de sanción.
Las normas establecidas son pautas especificas para la acción, son reglas que dicen cómo deben comportarse las personas en situaciones concretas.
Por ejemplo, con respecto a las expectativas teóricas de conducta, no todos los alumnos son buenos estudiantes, ni los politicos honestos ni los soldados heróes. Como elementos de cultura material, por ejemplo, comer con un tenedor una sopa, o pescado con las manos sería informalmente sancionado por desviarse de la norma establecida y aceptada en una determinada cultura. Por eso decimos que las normas son pautas específicas para la acción.
La Cultura es cambiante
Una cultura siempre está en proceso de cambio según varíen las necesidades de la sociedad. Esto es así, ya que cualquier rasgo cultural que resulte disfuncional puede sustituirse o ignorarse por otros rasgos o normas que sean adaptativos.
Una cultura experimenta cambios profundos cuando se producen modificaciones en sus instituciones básicas (la familia y el parentesco, el sistema educativo, las creencias religiosas…).
Otra causa de cambio cultural es la difusión de rasgos culturales de una sociedad a otra. Consiste en la transmisión de elementos culturales desde una cultura de origen y su incorporación a otra cultura que los recibe; por el contrario, la aculturación o absorción total o parcial, voluntaria o forzosa de una cultura de origen por otra dominante, también es un cambio cultural.