Poesía de Posguerra
En la Guerra Civil hubo un parón de producción literaria. Algunos autores murieron y otros se exiliaron. Se mezclaron múltiples tendencias literarias.
1939-1954
- Poesía arraigada: Se encargaba de cultivar temas tradicionales y universales como el amor, la naturaleza o el sentimiento religioso. Los autores organizan la realidad, se centran en ella y la tienen en cuenta. Se sitúan en torno a dos revistas: «Garcilaso» y «Escorial». El autor más importante fue José García Nieto. Las características generales de la poesía arraigada son la visión optimista de la realidad y la forma y métrica clásicas. En años posteriores, algunos abandonan el clasicismo con intención de buscar formas nuevas.
- Poesía desarraigada: Para los autores el mundo significa sufrimiento. Eran un grupo de la revista «Espadaña». Destacan Victoriano Cremer, Luis Rosales, Leopoldo Panero y Blas de Otero. Usan un tono trágico, y los temas hablan de sufrimiento, angustia y dolor. Tratan la religión desde la duda, ya que le atribuyen a Dios el dolor humano renegando de él. Respecto al estilo, tienen sencillez en la forma, ya que les interesa más lo que dicen que cómo lo dicen.
El positivismo comienza en 1945, con Carlos Edmundo de Ory a la cabeza. Enlazan con las vanguardias y reivindican la libertad de expresión, imaginación, diversión y juego. Rechazan tanto a arraigados como a desarraigados.
Miguel Labordeta hizo una poesía que entronca con las Vanguardias, con un tono rebelde y un lenguaje surrealista, absurdo, con el empleo de metáforas e imágenes del sueño.
El Grupo «Cántico» estaba formado por poetas cordobeses, que hacían una poesía de continuación del 27 y tenían como modelo a Luis Cernuda.
1955-1962
Es una época de poesía pero también de novela y de teatro, todos repletos de contenidos sociales.
Vicente Aleixandre publica «Historia del corazón» en 1954, Blas de Otero «Pido la paz y la palabra» en 1955, y Gabriel Celaya «Cantos íberos» en 1955. Son poemas en los que hablan de los problemas del mundo. El poeta se solidariza con los hombres utilizando la poesía como instrumento para transformar la sociedad. Anteponen el contenido a la forma con un lenguaje claro, sencillo y de tono coloquial.
A principio de los años 20 destacan Caballero Bonald, Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente y José Ángel Goytisolo. Siguen queriendo hacer poesía crítica y comprometida pero con formas más elaboradas, huyendo de la simplicidad. No abordan los temas con pesimismo, sino a veces con humor. Eran inconformistas. No abordaban un único tema, sino que hacían poesía de temas cotidianos (experiencias personales), la soledad, la marginación y la incomunicación humana.
La Generación de los 50: Destacan Ángel González («Áspero mundo»), Jaime Gil de Biedma («Compañeros de viaje», «Poemas póstumos») y Francisco Brines («Las brasas», «Palabras a la oscuridad»).
Década de los 70
Llamados los “novísimos”, a partir de la publicación de «Nueve novísimos poetas españoles» de José María Castellet.
Es un grupo conformado por varios autores, entre los que destacan: Carlos Barral, Pedro Gimferrer, Antonio Colinas, Antonio Martínez de Sarrión y Guillermo Carnero, entre otros.
Lo característico era su preparación cultural, que eran inconformistas y rebeldes con el arte establecido. Buscaban renovar el lenguaje poético. Se fijaban en poetas extranjeros como Kavafis, Octavio Paz y Jorge Luis Borges. Se inspiran en la mitología, el arte, la música clásica, la literatura culta y también en el cine, el rock and roll y el cómic. Introducen en sus poemas muchas innovaciones.
Poesía desde 1975
A medida que avanzaban los años, se crearon más tendencias literarias. Todas esas tendencias tenían en común el contar en la poesía la experiencia íntima de los autores.
Algunas de las nuevas tendencias fueron:
- Poesía erótica: Femenina, representada por Ana Rosetti. Anteriormente no se daba.
- Poesía de la experiencia: Innovadora. Contaba la experiencia de cada autor, muy profundamente. Tenían un tono coloquial, del día a día, dando una visión desencantada de la vida. Destacan los autores Luis García Montero y Felipe Benítez Reyes.
- Poesía femenina: El eje central es el amor, el tema de la mujer y los sentimientos. Destacan Ernestina de Champourcín («En silencio»), Carmen Conde («Mujer sin Edén»), Concha Zardoya («Debajo de la luz»), Gloria Fuertes («Historia de Gloria») y Clara Janés («Vivir»).
- En poesía femenina hispanoamericana destacan Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y Juana de Ibarborou.
Otros poetas importantes son León Felipe («Español del éxodo y del llanto»), Juan Gil Albert y José Hierro.