Recordemos que las bacterias responsables de las toxiinfecciones alimentarias tienen una temperatura óptima de crecimiento similar a la del cuerpo humano (36-37ºC).

Al descender la temperatura, el desarrollo se dificulta, y por debajo de los 4-6ºC, los gérmenes dejan de multiplicarse aunque no mueren, incluso aunque descienda la temperatura muy por debajo de 0ºC. Esto es muy importante, pues un alimento congelado, si estaba contaminado antes de su congelación, lo seguirá estando y los gérmenes que tuviera, volverán a reproducirse en cuanto se encuentran a la temperatura adecuada. (más…)